December 05, 2007

Entro al salón y respiro hondo. El piso de madera reluciente, recién encerado. Las murallas blancas, el techo alto. Me paro frente a Richard Hamilton y su homenaje a Picasso. Intervino Las Meninas, como si Picasso mismo hubiese hecho el cuadro: la princesa deconstruida en el cubismo; en vez del perro, el toro; Velásquez transmutado.





Más allá, una serigrafía de Christo que no entiendo. J.F. la mira también, la interpreta y me muestra el sentido. Wrapped Sylvette, se titula. Claro, es la escultura de Picasso envuelta e instalada en una plaza de Washington... Entonces lo veo frente a un pájaro y mi imagen se une a su reflejo. Michelangelo Pistoletto nos muestra cómo somos, dónde estamos esta tarde de miércoles. Recorro la sala y regreso. Me siento sola frente a Stefan Wewerka. Una ciudad reintrepretada en un grabado a colores del 72. La realidad desde otro punto de vista. Un pájaro que no es pájaro aparece tiñiendo de rojo el horizonte. Los edificios se ablandan, se hacen elásticos y se desordenan en el cuadro. La ciudad se arrodilla ante los ojos de Picasso visto por Wewerka.



Veo las tablas del piso del Bellas Artes, las murallas, las obras enmarcadas en madera, las lámparas y luces, el banco en el que escribo, mis uñas rojas, mi pelo liso, el bolso negro. Cierro los ojos y me miro a través de Picasso. Y luego miro esa visión a través de los ojos de Wewerka. Soy un grabado a colores del 2007. Por algún extraño motivo, me siento plena.

2 comments:

patch-blue said...

quisiera sentir al menos una centecima de esa plenitud.
es escasa a veces, disfrutala hasta el ultimo minuto de tus huesos, my dear.

Cataguz said...

Están muy buenos los post, los he leído todos, lo de Hitchcock es notable. Maldita tristeza que saca siempre la mejor de las inspiraciones y talentos!
PD acá en colinidad te extrañamos, cuándo vas a venir a tomar un té con una delicia?? o una leche con frutillas o el Resling frutoso que nos debemos.
te quiero mucho.