December 30, 2005

Si le gusta, participe!

Repito un post que puse en el blog colectivo... por si alguien por acá se interesa...
La cosa es así:
Propongo que hagamos un concurso, un ranking con los que este año que se va han sido en ocasiones más real y humillantemente sus "propias perras"... yo propongo algunos nombres, si quieren jugar, ustedes comenten, agreguen, eliminen, rankeen, etc...
Entonces, propongo a:

El polémico señor Pinochet, alias el amnésico, ni siquiera por cosas de hace 30 años, si no por su notable y descarada frase en tribunales: "no recuerdo haber hecho eso, no lo hice, si lo hice no me acuerdo..." (cuak)

El ecológico turista checo de las Torres del Paine, Jiri Smitak, que con su cocinilla a gas ubicada en un sector donde está prohibido acampar, incendió más de 14 mil hectáreas del parque nacional, pagando una multa de 120 mil pesos chilenos, cerca de 220 dólares...




Tal vez esta nominación parezca injusta y debería adjudicarse a la normativa ambientalista chilena, pero me parece que mandarse un condoro de esa magnitud es demasiado, más aún para un amante de la naturaleza...



Nuestro ex diputado, mr Lavandero, condenado a 5 años de prisión efectiva por el delito de abusos sexuales reiterados a menores.

Los 49 chantas que se quedaron con 200 mil dólares donados para ayudar a las víctimas del huracán Katrina, en USA.. sin comentarios...


La señora chanta que con su hijo mandó alrededor de 500 cartas a Correos de Chile, dirigidas al viejito pascuero, contando las más terribles historias, y recibió 150 regalos... Correos se querelló contra ella por estafas reiteradas...

Y como dejar fuera a nuestro destacado George W Bush, por las cosillas que ya hemos comentado y que parecen ser de dominio público...

December 27, 2005

No sé si será el exceso alimenticio propio de las festividades, el vino, el baileys, o el stress de integrarme al mundo laboral... pero la verdad es que desde ayer me siento como un gran saco de papas. Ando como pesada, como con la cabeza a oscuras...
Hoy iba corriendo al metro y por un minuto me imaginé que me atropellaban en la costanera y que despertaba en un campo verde en el cuerpo de otra persona y con una vida completamente diferente...En el momento en que me estaba cambiando de vida me sentí infinitamente liviana, y como iluminada, era como ser solo la propia esencia...
Estoy loca parece...
Me acordé con eso de una serie que veía cuando chica en la tele, donde había alguien que viajaba en el tiempo tomando las vidas de otras personas y mejorándolas... cuando cambiaba se volvía a ir y tomaba otra vida.. no me acuerdo el nombre de la serie ni sé cómo encontrarlo... (no es volver al futuro)
Si alguien la identifica con esta miserable descripción me avisa por fa!
Por algún motivo siento que debería verla de nuevo.

December 26, 2005

Mi navidad

Al final para la Navidad me fui a Curicó para cenar con toda mi familia paterna. Me daba un poco de susto irme, por si le pasaba algo a mi abuela, y porque sentía que era importante estar con mi mamá en estos tiempos... pero como mis hermanos se fueron a comer con su papá, y me llamó mi prima que vive en Europa para que fuera, decidí que quería ir. Y no me equivoqué.
Fue bonito compartir con ellos, los veo una vez al año asi que aprovecho con todo esos momentos... Acá hay unas fotos, que no podíamos sacarnos hace años porque nunca estábamos todos juntos...


Mis hermanas: la Michelle de 15, la Aline en mis brazos (va a cumplir 4) yo y la Gerita.


Todos los primos juntos, y al centro mi abuelita Eugenia


Las únicas periodistas de la familia... las primas rebeldes jajaja

December 21, 2005

Hoy desperté con ganas de vivir...
Abrí los ojos a las 8 y media de la mañana, y descubrí que no estaba enojada con el celular que sonó 4 veces, ni con el sol que me llegaba directo a la cara. Me levanté contenta, riéndome por nada, con ganas de salir, de caminar, de perder el tiempo.
Me escaparía a la montaña o a la playa... pero sé que no se puede... igual quiero andar en bicicleta, comer mandarinas, damascos y peras, tirarme de un piquero a la piscina, andar a pata pelada, jugar con mis hermanos, visitar a mi abuela, y tal vez ver a algún amigo, a algún amigo que me eche de menos, que se acuerde de mí, que me quiera regalar un trocito de su tarde...
Hoy tengo ganas de que me llamen por teléfono, de que me visiten o me encuentren merodeando por el parque... tengo ganas de abrazar fuerte, de mirar a los ojos, de cantar con guitarra...
Hoy siento que me quiero , estoy contenta, como conectada profundamente con la Pacha Mama...

December 19, 2005

La vida acuática de Steve Zissou


Fascinante reinvención del director Wes Anderson.
Un viaje inteligente, colorido y chistoso hacia las profundidades del mar.
Se trata de un equipo absolutamente disfuncional (notable los alumnos en práctica), liderado por Zissou, que para grabar un documental se embarca buscando al tiburón tigre que se comió al mejor amigo del personaje de Bill Murray (excelente actuación).

Steve Zissou es un legendario, ególatra, presumido y hormonal explorador marino que todo lo hace actuando para las cámaras y pensando en su carrera. En este viaje final, se topa con Ned (Owen Wilson), un presunto hijo que quedó huérfano de su madre suicida, y lo invita a formar parte de su tripulación.




Además navegan con él, la rubia y llorona periodista embarazada que todos quieren conquistar (Cate Blanchett), la esposa brillante de Zissou y vicepresidenta de La Sociedad Steve Zissou (Angelica Houston), también ex esposa de su mayor enemigo y archi rival, un millonario metrosexual que navega por los mares (Jeff Goldblum), la niña guionista que anda en topless toda la película (Robyn Cohen), y el emocional ingeniero que se siente por todo (William Dafoe).


Mención aparte merece la banda sonora. El brasilero Pelé dos Santos (Seu Jorge) aparece en las circunstancias más bizarras con su guitarra y su gorro rojo, cantando la versión portuguesa de los temas de David Bowie.

Una película inteligente, llena de detalles astutos, con tiempos precisos y personajes graciosos. Una aventura delirante, para que te duela la guata de la risa.

Algo cortito...
Al final quedé en la práctica en Contacto en Canal 13... mejor panorama... puedo ver a mi abuelita y no tengo que esconderme en los pasillos para entrar a su sala en el hospital, tuve unos días de descanso, podré estar en investigación y reportajes, y tuve la experiencia de prensa...
Definitivamente, un regalo...
Mañana me dicen cuando parto.
Gracias a todos por el apoyo!

December 13, 2005

Mi pena y mi alegría

Dicen que la alegría y la tristeza vienen juntas en la vida. Que los momentos intensos se componen de esa mezcla inexorable que nos determina y revela cómo somos, qué tomamos de eso, qué queremos ver.
Estos días han sido para mí un tiempo impregnado de esos sentimientos. El sábado encontré a mi abuela en el piso, sin poder pararse, morada y asfixiada. Yo estaba sola porque mi mamá andaba fuera de Santiago y mis hermanos tenían salida con el papá. La levanté, me costó mucho porque estaba media inconciente, como con peso muerto. Llamé a un doctor y después al Samu para que viniera una ambulancia, y terminamos juntas en el Hospital del Salvador. Después vino la espera, el llanto cada vez que la miraba directo a sus ojos verdes, brillantes, preciosos. Le hice cariño como nunca en su cabecita anciana, la lavé, le hablé mucho, la acompañé hasta que me echaron. Una descompensación diabética, una obstrucción respiratoria severa y probablemente un accidente vascular. Ese fue el diagnóstico de la doctora que la vio en mi casa. Después en el hospital me dijeron que no. Que tenía neumonitis y que probablemente los pulmones estaban tan infectados que por ser diabética era difícil que se recuperara.
Me lo lloré todo. Me sentí infinitamente sola, a pesar de aquellos que me acompañaron (se los agradezco de todo corazón) y tuve tanta, pero tanta pena, al sentir que mi abuela se moría, aquí entre mis brazos, lejos de sus hijos, de sus otros nietos, de su gente querida. Sola conmigo, apoyada en mí con su cuerpo hirviendo en fiebre. Me miraba y me preguntaba por la Poletita. Y yo le decía que estaba ahí, que era yo. Y se quedaba tranquila y se dormía, hasta que despertaba de nuevo y volvía a mirarme y a preguntarme dónde estaba yo.
Después me calmé un poco. Lloré y lloré y lloré hasta calmarme exhausta. Cuando llegué a mi casa me acosté bien cerquita mío, como apretándome contra mi propio cuerpo. Y recé. Recé con un fervor que no encontraba hace años. Y me di cuenta de que esto era un regalo, de que yo tenía el privilegio de haber compartido esto con ella. Por algún motivo (inexpugnables designios...) fui yo, y nadie más. Y entre la pena apareció una emoción y una paz inmensas. Fue mi momento de reconciliación. De reencuentro con esta mujer grande que me cuidó toda mi infancia, que me enseñó a rezar, a jugar dominó, que se dejaba perder para que yo no llorara. Yo me acostaba entre su guata redonda, calentita, y me dormía profundamente como un cachorrito. En esa casa de antaño, donde las ventanas sonaban fuerte cuando las micros pasaban por Simón Bolivar, no había un lugar más acogedor en el invierno que ese rincón que sólo yo ocupaba en el cuerpo de mi abuelita.
Después fui creciendo y me separé cada vez más de ella. Abuelita no lave, no planche, no se agache, no salga sola, pero puta abuelita si le dije que no lo hiciera. Y ahora en la ambulancia, donde ella dependía de mí tanto como yo había dependido de ella. El doctor en el hospital me dijo que me calmara, que agradeciera, que le había salvado la vida a mi abuelita. Y ahora lo entiendo. Cuando corro en los pasillos, a escondidas, para poder sortear al guardia imperturbable que con cara de póker e indiferente a mis ojos húmedos, me mira y me dice: este no es el horario de visita. En esos pasillos lo entiendo. Y cuando entro a la pieza compartida, y ella abre sus tremendas pepas verdes y se ríe y me dice: dónde estabas!!! sacándose automáticamente la mascarilla que le da oxígeno.
Hoy la vi de nuevo. Es su tercer día hospitalizada. La besé, la abracé, le hice cariño. Le conté que no había podido ir a verla antes porque estaba trabajando. Ooooy-me dijo- estoy tan orgullosa!! Y la vi tan feliz de verme, tan agradecida, con tanta paz ahí en su camilla, a pesar de las sondas, la máquina para su corazón, los sueros, el oxígeno, los moretones. La vi tan niña de nuevo, con tanta ilusión. Con tantas ganas de mejorarse...
Me emocioné mucho. Por primera vez sentí que yo tenía el poder de sacarle una sonrisa, de animarla y revivir sus energías...
Mi mamá, que volvió de Iquique el domingo, pudo hablar con el doctor hoy. Le dijo que mi abuelita tiene un tumor que se le ha ramificado a los pulmones. No saben si es cancerígeno o no, pero sí saben que el pronóstico es malo.
Ayer pasó una mala noche. Tuvo unos problemas de taquicardia y arritmia y si no hubiese estado hospitalizada se nos muere. Eso dijeron allá. Y de nuevo toda la emoción y la alegría se mezclaron con esa pena inmensa, esa pena profunda. También la culpa, la rabia de no haberla aprovechado más, de no haberme dado cuenta antes de que estaba ahí, tirada, esperando que alguien pudiera levantarla. Todas las emociones juntas, como dos caras de una moneda. Sin embargo, agradezco. Agradezco haber tenido esta oportunidad para procesarlo, para despedirme, para reencontrarme con esta mujer que nos trajo a todos nosotros a la vida. Y que nos une hoy más que nunca como familia. Es que ya dije antes, mi abuelita es grande. Es inmensa.

December 11, 2005

El sagrado momento del voto


A pesar de haber estado más de 50 minutos haciendo fila para llegar a mi mesa a votar, debo reconocer que hoy volví a sentir ese cosquilleo y la emoción que me provoca cumplir con mi deber cívico.
Debo ser una de las pocas sicópatas que se emociona tanto con el voto, pero para mí, ese momento en que entro a la casillita, cierro la cortina y me enfrento a los papeles con el lapiz, es simplemente sublime. Me creo el cuento de estar contribuyendo a decidir el destino del país, me lo pienso de nuevo, me tomo mis minutos para saborear la línea que dibujo.
Tengo 22 años y es la primera vez que voto para una presidencial. La verdad es que desde que me inscribí lo estaba esperando... La sacralidad con que doblo los papelitos, pego las estampillas y los deposito en la urna, creo que la otorgo a muy pocos actos seudo públicos. A veces me pasa con otras cosas, que para algunos pueden parecer triviales, pero que ante mí surgen como ritos consagrados. ¿Cómo no va a ser importante quién gana? Cómo podría después opinar si no entro a esa casillita, si no golpeo suavemente la urna, con esos deseos intensos, como al depositar un boleto en un concurso millonario...

December 07, 2005

Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera...


Hoy vi en la soledad de mi pieza esta película del director coreano Kim ki-Duk.


Me sentí transportada al mundo taotista, inmersa en la iconografía oriental... Un cuento delicioso, lleno de silencios expresivos y profundos.
Una pausa necesaria a los tormentos que aparecen por mi mente en estos días. Los colores, las estaciones, los ciclos de la naturaleza... El ejemplo y la enseñanza, la pasión, los ritos, las verdades que no están dichas sino mostradas.

Me dieron unas ganas inmensas de irme allá, al lago perdido entre esas montañas gigantes, verdes, llenas de niebla. Gritar ¡maestro! desde esas puertas coloridas, tallar las letras con el cuchillo, o pintarlas con las semillas molidas. Remar en el barco y buscar plantas, meditar, mirar asombrada todo lo que ese mundo ofrece.



Sentí también que era como mi propio ciclo, con otro paisaje, otras ropas, otros ojos, pero tan mío. La pureza y todo lo simple, la belleza y el asombro, la relación espiritual, la fuerza, la delicadeza, lo sublime...

Es como si esta película me impulsara a emprender el viaje de vuelta, a encontrar ese lugar, esa calma.
Me siento a veces como ese instante en que el protagonista gira la cara hacia el maestro, cuando el barco no avanza, y ve cómo él se despide, comprendiéndolo todo. Con esos ojos húmedos, reveladores. O tal vez así quiero sentirme.

Tal vez esa es la señal que espero, esa lección que se ofrece a sí misma, ese darse cuenta, el despertar.

Primavera, verano, otoño, invierno.. otra vez primavera. Y en medio de todo, yo. Tratando de entender el misterio, la sacralidad, lo inefable de la muerte.

December 04, 2005

Quiero tener estos días...


Gritar poesía desde el Aconcagua, comer helados de pistacho en Vilches, hacer el amor en San Pedro de Atacama, nadar en el agua salada del mar de Guanaqueros, escribir y subir cerros en Valparaíso, bailar con máscaras en la playa de Chiloé, cantar a toda voz en la noche de Niebla, caminar por las Torres del Paine, hacer parapente en el Cajón del Maipo, sacar fotos y dibujar los hielos del sur, navegar por la laguna San Rafael, tomar una cerveza en Valdivia, bailar desnuda en la noche en el volcán Villarrica, soñar en el desierto de La Calera, y hacer el amor otra vez, explorando todos los sentidos.

December 01, 2005

Información de utilidad pública

Triunfé!!!!!
me fue bien en el examen de grado, estuvo difícil (al borde de lo patológico) pero me fue muy bien, estoy contenta, satisfecha y tranquila.
Se vienen mis dos días de vacaciones, porque el lunes 5 de diciembre empiezo mi práctica en canal 13 prensa... hay que integrarse al mundo laboral en algún momento no?
en fin, en definitiva tengo dos días para celebrar
tengo ganas de ir a la playa el finde
interesados contactarse al mail,
feliz de compartir estas exiguas vacaciones con quien quiera acompañarme.
Recibo ideas en posts y mails...
gracias a todos por el apoyo,
los quiero mucho mucho mucho,
de verdad!
besos,
La casi periodista