December 30, 2005

Si le gusta, participe!

Repito un post que puse en el blog colectivo... por si alguien por acá se interesa...
La cosa es así:
Propongo que hagamos un concurso, un ranking con los que este año que se va han sido en ocasiones más real y humillantemente sus "propias perras"... yo propongo algunos nombres, si quieren jugar, ustedes comenten, agreguen, eliminen, rankeen, etc...
Entonces, propongo a:

El polémico señor Pinochet, alias el amnésico, ni siquiera por cosas de hace 30 años, si no por su notable y descarada frase en tribunales: "no recuerdo haber hecho eso, no lo hice, si lo hice no me acuerdo..." (cuak)

El ecológico turista checo de las Torres del Paine, Jiri Smitak, que con su cocinilla a gas ubicada en un sector donde está prohibido acampar, incendió más de 14 mil hectáreas del parque nacional, pagando una multa de 120 mil pesos chilenos, cerca de 220 dólares...




Tal vez esta nominación parezca injusta y debería adjudicarse a la normativa ambientalista chilena, pero me parece que mandarse un condoro de esa magnitud es demasiado, más aún para un amante de la naturaleza...



Nuestro ex diputado, mr Lavandero, condenado a 5 años de prisión efectiva por el delito de abusos sexuales reiterados a menores.

Los 49 chantas que se quedaron con 200 mil dólares donados para ayudar a las víctimas del huracán Katrina, en USA.. sin comentarios...


La señora chanta que con su hijo mandó alrededor de 500 cartas a Correos de Chile, dirigidas al viejito pascuero, contando las más terribles historias, y recibió 150 regalos... Correos se querelló contra ella por estafas reiteradas...

Y como dejar fuera a nuestro destacado George W Bush, por las cosillas que ya hemos comentado y que parecen ser de dominio público...

December 27, 2005

No sé si será el exceso alimenticio propio de las festividades, el vino, el baileys, o el stress de integrarme al mundo laboral... pero la verdad es que desde ayer me siento como un gran saco de papas. Ando como pesada, como con la cabeza a oscuras...
Hoy iba corriendo al metro y por un minuto me imaginé que me atropellaban en la costanera y que despertaba en un campo verde en el cuerpo de otra persona y con una vida completamente diferente...En el momento en que me estaba cambiando de vida me sentí infinitamente liviana, y como iluminada, era como ser solo la propia esencia...
Estoy loca parece...
Me acordé con eso de una serie que veía cuando chica en la tele, donde había alguien que viajaba en el tiempo tomando las vidas de otras personas y mejorándolas... cuando cambiaba se volvía a ir y tomaba otra vida.. no me acuerdo el nombre de la serie ni sé cómo encontrarlo... (no es volver al futuro)
Si alguien la identifica con esta miserable descripción me avisa por fa!
Por algún motivo siento que debería verla de nuevo.

December 26, 2005

Mi navidad

Al final para la Navidad me fui a Curicó para cenar con toda mi familia paterna. Me daba un poco de susto irme, por si le pasaba algo a mi abuela, y porque sentía que era importante estar con mi mamá en estos tiempos... pero como mis hermanos se fueron a comer con su papá, y me llamó mi prima que vive en Europa para que fuera, decidí que quería ir. Y no me equivoqué.
Fue bonito compartir con ellos, los veo una vez al año asi que aprovecho con todo esos momentos... Acá hay unas fotos, que no podíamos sacarnos hace años porque nunca estábamos todos juntos...


Mis hermanas: la Michelle de 15, la Aline en mis brazos (va a cumplir 4) yo y la Gerita.


Todos los primos juntos, y al centro mi abuelita Eugenia


Las únicas periodistas de la familia... las primas rebeldes jajaja

December 21, 2005

Hoy desperté con ganas de vivir...
Abrí los ojos a las 8 y media de la mañana, y descubrí que no estaba enojada con el celular que sonó 4 veces, ni con el sol que me llegaba directo a la cara. Me levanté contenta, riéndome por nada, con ganas de salir, de caminar, de perder el tiempo.
Me escaparía a la montaña o a la playa... pero sé que no se puede... igual quiero andar en bicicleta, comer mandarinas, damascos y peras, tirarme de un piquero a la piscina, andar a pata pelada, jugar con mis hermanos, visitar a mi abuela, y tal vez ver a algún amigo, a algún amigo que me eche de menos, que se acuerde de mí, que me quiera regalar un trocito de su tarde...
Hoy tengo ganas de que me llamen por teléfono, de que me visiten o me encuentren merodeando por el parque... tengo ganas de abrazar fuerte, de mirar a los ojos, de cantar con guitarra...
Hoy siento que me quiero , estoy contenta, como conectada profundamente con la Pacha Mama...

December 19, 2005

La vida acuática de Steve Zissou


Fascinante reinvención del director Wes Anderson.
Un viaje inteligente, colorido y chistoso hacia las profundidades del mar.
Se trata de un equipo absolutamente disfuncional (notable los alumnos en práctica), liderado por Zissou, que para grabar un documental se embarca buscando al tiburón tigre que se comió al mejor amigo del personaje de Bill Murray (excelente actuación).

Steve Zissou es un legendario, ególatra, presumido y hormonal explorador marino que todo lo hace actuando para las cámaras y pensando en su carrera. En este viaje final, se topa con Ned (Owen Wilson), un presunto hijo que quedó huérfano de su madre suicida, y lo invita a formar parte de su tripulación.




Además navegan con él, la rubia y llorona periodista embarazada que todos quieren conquistar (Cate Blanchett), la esposa brillante de Zissou y vicepresidenta de La Sociedad Steve Zissou (Angelica Houston), también ex esposa de su mayor enemigo y archi rival, un millonario metrosexual que navega por los mares (Jeff Goldblum), la niña guionista que anda en topless toda la película (Robyn Cohen), y el emocional ingeniero que se siente por todo (William Dafoe).


Mención aparte merece la banda sonora. El brasilero Pelé dos Santos (Seu Jorge) aparece en las circunstancias más bizarras con su guitarra y su gorro rojo, cantando la versión portuguesa de los temas de David Bowie.

Una película inteligente, llena de detalles astutos, con tiempos precisos y personajes graciosos. Una aventura delirante, para que te duela la guata de la risa.

Algo cortito...
Al final quedé en la práctica en Contacto en Canal 13... mejor panorama... puedo ver a mi abuelita y no tengo que esconderme en los pasillos para entrar a su sala en el hospital, tuve unos días de descanso, podré estar en investigación y reportajes, y tuve la experiencia de prensa...
Definitivamente, un regalo...
Mañana me dicen cuando parto.
Gracias a todos por el apoyo!

December 13, 2005

Mi pena y mi alegría

Dicen que la alegría y la tristeza vienen juntas en la vida. Que los momentos intensos se componen de esa mezcla inexorable que nos determina y revela cómo somos, qué tomamos de eso, qué queremos ver.
Estos días han sido para mí un tiempo impregnado de esos sentimientos. El sábado encontré a mi abuela en el piso, sin poder pararse, morada y asfixiada. Yo estaba sola porque mi mamá andaba fuera de Santiago y mis hermanos tenían salida con el papá. La levanté, me costó mucho porque estaba media inconciente, como con peso muerto. Llamé a un doctor y después al Samu para que viniera una ambulancia, y terminamos juntas en el Hospital del Salvador. Después vino la espera, el llanto cada vez que la miraba directo a sus ojos verdes, brillantes, preciosos. Le hice cariño como nunca en su cabecita anciana, la lavé, le hablé mucho, la acompañé hasta que me echaron. Una descompensación diabética, una obstrucción respiratoria severa y probablemente un accidente vascular. Ese fue el diagnóstico de la doctora que la vio en mi casa. Después en el hospital me dijeron que no. Que tenía neumonitis y que probablemente los pulmones estaban tan infectados que por ser diabética era difícil que se recuperara.
Me lo lloré todo. Me sentí infinitamente sola, a pesar de aquellos que me acompañaron (se los agradezco de todo corazón) y tuve tanta, pero tanta pena, al sentir que mi abuela se moría, aquí entre mis brazos, lejos de sus hijos, de sus otros nietos, de su gente querida. Sola conmigo, apoyada en mí con su cuerpo hirviendo en fiebre. Me miraba y me preguntaba por la Poletita. Y yo le decía que estaba ahí, que era yo. Y se quedaba tranquila y se dormía, hasta que despertaba de nuevo y volvía a mirarme y a preguntarme dónde estaba yo.
Después me calmé un poco. Lloré y lloré y lloré hasta calmarme exhausta. Cuando llegué a mi casa me acosté bien cerquita mío, como apretándome contra mi propio cuerpo. Y recé. Recé con un fervor que no encontraba hace años. Y me di cuenta de que esto era un regalo, de que yo tenía el privilegio de haber compartido esto con ella. Por algún motivo (inexpugnables designios...) fui yo, y nadie más. Y entre la pena apareció una emoción y una paz inmensas. Fue mi momento de reconciliación. De reencuentro con esta mujer grande que me cuidó toda mi infancia, que me enseñó a rezar, a jugar dominó, que se dejaba perder para que yo no llorara. Yo me acostaba entre su guata redonda, calentita, y me dormía profundamente como un cachorrito. En esa casa de antaño, donde las ventanas sonaban fuerte cuando las micros pasaban por Simón Bolivar, no había un lugar más acogedor en el invierno que ese rincón que sólo yo ocupaba en el cuerpo de mi abuelita.
Después fui creciendo y me separé cada vez más de ella. Abuelita no lave, no planche, no se agache, no salga sola, pero puta abuelita si le dije que no lo hiciera. Y ahora en la ambulancia, donde ella dependía de mí tanto como yo había dependido de ella. El doctor en el hospital me dijo que me calmara, que agradeciera, que le había salvado la vida a mi abuelita. Y ahora lo entiendo. Cuando corro en los pasillos, a escondidas, para poder sortear al guardia imperturbable que con cara de póker e indiferente a mis ojos húmedos, me mira y me dice: este no es el horario de visita. En esos pasillos lo entiendo. Y cuando entro a la pieza compartida, y ella abre sus tremendas pepas verdes y se ríe y me dice: dónde estabas!!! sacándose automáticamente la mascarilla que le da oxígeno.
Hoy la vi de nuevo. Es su tercer día hospitalizada. La besé, la abracé, le hice cariño. Le conté que no había podido ir a verla antes porque estaba trabajando. Ooooy-me dijo- estoy tan orgullosa!! Y la vi tan feliz de verme, tan agradecida, con tanta paz ahí en su camilla, a pesar de las sondas, la máquina para su corazón, los sueros, el oxígeno, los moretones. La vi tan niña de nuevo, con tanta ilusión. Con tantas ganas de mejorarse...
Me emocioné mucho. Por primera vez sentí que yo tenía el poder de sacarle una sonrisa, de animarla y revivir sus energías...
Mi mamá, que volvió de Iquique el domingo, pudo hablar con el doctor hoy. Le dijo que mi abuelita tiene un tumor que se le ha ramificado a los pulmones. No saben si es cancerígeno o no, pero sí saben que el pronóstico es malo.
Ayer pasó una mala noche. Tuvo unos problemas de taquicardia y arritmia y si no hubiese estado hospitalizada se nos muere. Eso dijeron allá. Y de nuevo toda la emoción y la alegría se mezclaron con esa pena inmensa, esa pena profunda. También la culpa, la rabia de no haberla aprovechado más, de no haberme dado cuenta antes de que estaba ahí, tirada, esperando que alguien pudiera levantarla. Todas las emociones juntas, como dos caras de una moneda. Sin embargo, agradezco. Agradezco haber tenido esta oportunidad para procesarlo, para despedirme, para reencontrarme con esta mujer que nos trajo a todos nosotros a la vida. Y que nos une hoy más que nunca como familia. Es que ya dije antes, mi abuelita es grande. Es inmensa.

December 11, 2005

El sagrado momento del voto


A pesar de haber estado más de 50 minutos haciendo fila para llegar a mi mesa a votar, debo reconocer que hoy volví a sentir ese cosquilleo y la emoción que me provoca cumplir con mi deber cívico.
Debo ser una de las pocas sicópatas que se emociona tanto con el voto, pero para mí, ese momento en que entro a la casillita, cierro la cortina y me enfrento a los papeles con el lapiz, es simplemente sublime. Me creo el cuento de estar contribuyendo a decidir el destino del país, me lo pienso de nuevo, me tomo mis minutos para saborear la línea que dibujo.
Tengo 22 años y es la primera vez que voto para una presidencial. La verdad es que desde que me inscribí lo estaba esperando... La sacralidad con que doblo los papelitos, pego las estampillas y los deposito en la urna, creo que la otorgo a muy pocos actos seudo públicos. A veces me pasa con otras cosas, que para algunos pueden parecer triviales, pero que ante mí surgen como ritos consagrados. ¿Cómo no va a ser importante quién gana? Cómo podría después opinar si no entro a esa casillita, si no golpeo suavemente la urna, con esos deseos intensos, como al depositar un boleto en un concurso millonario...

December 07, 2005

Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera...


Hoy vi en la soledad de mi pieza esta película del director coreano Kim ki-Duk.


Me sentí transportada al mundo taotista, inmersa en la iconografía oriental... Un cuento delicioso, lleno de silencios expresivos y profundos.
Una pausa necesaria a los tormentos que aparecen por mi mente en estos días. Los colores, las estaciones, los ciclos de la naturaleza... El ejemplo y la enseñanza, la pasión, los ritos, las verdades que no están dichas sino mostradas.

Me dieron unas ganas inmensas de irme allá, al lago perdido entre esas montañas gigantes, verdes, llenas de niebla. Gritar ¡maestro! desde esas puertas coloridas, tallar las letras con el cuchillo, o pintarlas con las semillas molidas. Remar en el barco y buscar plantas, meditar, mirar asombrada todo lo que ese mundo ofrece.



Sentí también que era como mi propio ciclo, con otro paisaje, otras ropas, otros ojos, pero tan mío. La pureza y todo lo simple, la belleza y el asombro, la relación espiritual, la fuerza, la delicadeza, lo sublime...

Es como si esta película me impulsara a emprender el viaje de vuelta, a encontrar ese lugar, esa calma.
Me siento a veces como ese instante en que el protagonista gira la cara hacia el maestro, cuando el barco no avanza, y ve cómo él se despide, comprendiéndolo todo. Con esos ojos húmedos, reveladores. O tal vez así quiero sentirme.

Tal vez esa es la señal que espero, esa lección que se ofrece a sí misma, ese darse cuenta, el despertar.

Primavera, verano, otoño, invierno.. otra vez primavera. Y en medio de todo, yo. Tratando de entender el misterio, la sacralidad, lo inefable de la muerte.

December 04, 2005

Quiero tener estos días...


Gritar poesía desde el Aconcagua, comer helados de pistacho en Vilches, hacer el amor en San Pedro de Atacama, nadar en el agua salada del mar de Guanaqueros, escribir y subir cerros en Valparaíso, bailar con máscaras en la playa de Chiloé, cantar a toda voz en la noche de Niebla, caminar por las Torres del Paine, hacer parapente en el Cajón del Maipo, sacar fotos y dibujar los hielos del sur, navegar por la laguna San Rafael, tomar una cerveza en Valdivia, bailar desnuda en la noche en el volcán Villarrica, soñar en el desierto de La Calera, y hacer el amor otra vez, explorando todos los sentidos.

December 01, 2005

Información de utilidad pública

Triunfé!!!!!
me fue bien en el examen de grado, estuvo difícil (al borde de lo patológico) pero me fue muy bien, estoy contenta, satisfecha y tranquila.
Se vienen mis dos días de vacaciones, porque el lunes 5 de diciembre empiezo mi práctica en canal 13 prensa... hay que integrarse al mundo laboral en algún momento no?
en fin, en definitiva tengo dos días para celebrar
tengo ganas de ir a la playa el finde
interesados contactarse al mail,
feliz de compartir estas exiguas vacaciones con quien quiera acompañarme.
Recibo ideas en posts y mails...
gracias a todos por el apoyo,
los quiero mucho mucho mucho,
de verdad!
besos,
La casi periodista

November 25, 2005


En el letargo de mi oscuridad empedernida. Desnuda en mi desorden, en mi caos interior. No quiero escuchar nada más, ni saber ni pensar. Quiero estar así, como el espejo. Desnuda en estas sombras, sobre la sábana mojada. Respirar mientras mis miedos, mis fracasos, mis culpas, se van cayendo del cuerpo que tirita. No quiero hablar, ni decir, ni explicar. Sólo quiero estar así. En este silencio y estas lágrimas. En este mundo en blanco y negro.

November 22, 2005

1.700 curas investigados por pedofilia en Brasil

Tengo pena. No entiendo que pasen estas cosas.
"1.700 curas involucrados en abusos a menores en Brasil", es el titular de emol.
Cuando chica, me acuerdo que muchas veces sentía mucha mucha pena, y miraba por la ventana del auto y no entendía. Porqué ellos estaban afuera con frío, y yo estaba adentro con calefacción, con mi mamá cuidándome, llevándome a mi casa donde estaban mis juguetes, mis galletas, mis libros.
Me da pena. No entiendo. Porqué los atentados, las guerras, la tortura. El abuso.
Un día la Cata me preguntó si yo creía que la gente "mala" nacía así, o si actuaban así por sus experiencias. Yo le contesté que los niños no podían ser malos, que si después al crecer tenían conductas agresivas, rencorosas, patológicas, eran consecuencia del mundo y el contexto en el que les tocaba crecer. Pero ella me dijo que no, que creía que había algo más. Y ahora pienso que a lo mejor tenía razón.
Emol dice que según la revista Istoé, de Brasil, "las investigaciones por abusos sexuales de curas abarcan 1.700 sacerdotes, el 10% del total de ordenados. El 50% de los curas no mantendría el voto de castidad y la Iglesia de Brasil habría enviado a 200 curas a clínicas psicológicas para ser reeducados".
Algunos dicen que esto pasa precisamente por el voto de castidad, que genera un nivel de represión de los instintos sexuales que algunos curas no podrían soportar. ¡Entonces por qué asumen ese compromiso! Me parece que ese no es un argumento para nada.
Pucha, estoy decepcionada, triste. ¡Si hasta tenían un manual de pedofilia! Además la inconsecuencia...
Sentir placer al abusar sexualmente de un menor de edad, de un niño, eso es estar mal mentalmente, es inaceptable, enfermo. Y sé que no soy la única que se queda indiferente ante esta noticia. Por eso pienso que hay que hacer algo al respecto. Algo... pero qué!
Me siento impotente, vana, procupada sólo de mí. Se me vuelven a caer las lágrimas.
Por eso pasa esto. Porque cada uno está encerrado en su propia vida. Porque nos olvidamos del resto. Pucha, no puedo dejar de pedir perdón. Porque cuando voy en el auto o me siento en las mesas de la universidad a revisar mis papeles, o me interno horas en los mails, en los blogs, en mis escritos, en mis fotos, a veces se me olvida que estos problemas no son del resto. Son tan míos, tan propios, son parte de lo que soy, de ese mundo que está allá afuera... ese mundo que me determina, que me ofrece mil oportunidades para salir a hacer algo al respecto.
Si se les ocurre alguna idea, algo por donde empezar... por favor escríbanme, llámenme, posteen... algo... A lo mejor no vamos a cambiar lo que pasa en Brasil, a lo mejor ni siquiera lo que pasa en Chile... pero estoy segura que de a poco, haciendo cambios chiquititos, al menos nuestro entorno inmediato podría mejorar... acuérdense de la metáfora esa de la mariposa y el huracán... En verdad, este también es nuestro problema. Nuestro desafío.

la noticia en: http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=202433

November 16, 2005

Las frases célebres del debate presidencial

Parece que a nuestros candidatos les llegó la onda literaria. Desde Hirsch hasta Lavín, todos lanzaron sin vergüenzas sus frases para el bronce. Acá, un ranking personal de sus metáforas y frases célebres:

En cuarto lugar: Tomás Hirsch

Su ironía:
“Y ahora viene el ofertón de verano: salud, vivienda, trabajo”
(Refiriéndose a las propuestas de los demás candidatos, que no han superado estos problemas en el pasado)

Su metáfora:
“No les demos un cheque en blanco en diciembre”
(Aludiendo al peligro de votar por los mismos de siempre)

Su lugar común:
“En Chile somos más papistas que el Papa”
(Refiriéndose a la poca protección de la industria nacional que se ve
afectada por los tratados de libre comercio)

Su frase para el bronce:
“Hay que dejar de tomar de la teta del poder político”
(Refiriéndose a los elogios de los empresarios hacia Lagos)

Su verdad:
“Ustedes saben que ellos no van a cumplir porque están atrapados en un modelo económico”

En tercer lugar: Michelle Bachelet

Su metáfora: “Más han hecho goles de los que se les han pasado” (Sobre los logros de la Concertación)

Su lugar común:
“Quiero ser la Presidenta de todos los chilenos”
(Refiriéndose a casi todo...)
Su frase para el bronce:
“Tengo ganas, tengo muchas ganas, estoy preparada, estoy lista”
(Sobre su intención de ser presidente de Chile)
Su verdad:
“Estuve pensando, no se me había ocurrido y la verdad es que no estoy segura. Quiero decir sin embargo otra cosa”


Segundo lugar: Joaquín Lavín


Su ironía:
“Cometimos un error al cazarnos, con z, con el gas argentino. Argentina nos cortó el gas, y ahí quedamos”
(Sobre política energética)

Su metáfora:
“Voy a gobernar con la selección nacional. Con los mejores”
(Sobre el recambio de equipos en el gobierno)


Su(s) lugar(es) común(es):
“No se puede mostrar nada en este debate, pero yo tengo aquí (apuntando al bolsillo interior de su chaqueta) el programa de gobierno del Presidente Lagos”
(Sobre los temas pendientes del gobierno de Lagos)

“Mano dura contra los delincuentes y esta otra mano, más dura todavía”

Su Haiku:
“Cuando estamos en el país de las desigualdades si no se corrigen a tiempo nos llevan al país de las odiosidades”
(Sobre la injusticia social)

Su frase para el bronce:
“Lavín y Piñera unidos, si lo hacemos bien, jamás serán vencidos. Te robé una frase a ti (dice, mirando a Hirsch). Juntos podemos, juntos podemos, exactamente”
(Sobre la necesidad de unidad en la Alianza)

Su verdad:
“Siempre me ha ido mejor en las elecciones que en las encuestas”


Primer lugar: Sebastián Piñera

Su ironía:
“Tenemos que construir puentes que nos unan, no muros que nos dividan”
(Luego de decirle a Lavín que su tiempo había pasado y que ahora la unión debía estar sólo en torno al ganador Piñera)

Su(s) metáfora(s):
"Los candidatos a esta altura nos sentimos como las mujeres que están en el noveno mes de embarazo”
(Sobre el poco tiempo que falta para las elecciones)

“Hay que ver la película y no la fotografía”
(Sobre su confianza en ganar la segunda vuelta pese a los pronósticos de las encuestas)

“Cuando los países se detienen es como la bicicleta, cuando pierden fuerza, pierden el equilibrio”
(Sobre la necesidad de mantener el crecimiento económico)

“Me gustaría que el arquero de la Católica, que estuvo mil 400 minutos sin recibir un gol, fuera a la aduana, porque a la aduana le meten mil 400 goles por minuto”
(Referido a la aparente mala gestión de aduanas en la entrada de productos por los TLC)

“El repunte no puede ser un veranito de San Juan”
(Sobre la necesidad de profundizar las medidas económicas)

“En nuestro programa de gobierno nunca vamos a poner la carreta antes que los bueyes”
(Cri cri... Sólo él entendió la idea...)

Su(s) lugar(es) común(es):
“Tú sabes perfectamente que soy hijo de un funcionario público, no heredé nada material, salvo una buena educación, cariño y amor”
(A Tomás Hirsch)

“Seré el mejor aliado del trabajo, el peor enemigo de la delincuencia”

Su frase para el bronce:
“Mi vida entera me he dedicado a crear empleos”

Su verdad:
“Es perfectamente posible darle jubilación las dueñas de casa, un trabajo valioso, sacrificado, se puede. Cuesta 170 millones de dólares, menos de 1% de gasto público, a lo mejor Michelle no puede. Nosotros sí podemos, y lo vamos a hacer...”

Fotografías de El Mercurio OnLine

November 15, 2005


En las letras, tras el lente de la cámara, me escondo.
Construyo mis refugios. Lleno mis espacios.
A veces alguien se asoma y me mira
sorprendido por los colores y las sombras,
por la luz oscura, los contrastes.
Mi mundo sensorial.
Absorto en el enigma, me consagra su princesa nocturna...

November 14, 2005

Punto de Encuentro


El legado de Sixto, la voz de Raider, la edición de Manuel Camilo, la voz del Jefe y la Reportera Estrella. ¡Grande Punto de Encuentro!
Su equipo, sus propagandas, su cortina musical, sus noticias, sus chistes, sus chascarros. Las noches de viernes en Radio María, 89.3 fm.
Linda experiencia. Hacer algo propio, darse por completo y que a la vez, tus palabras no resuenen en el vacío. Gracias por estar aquí y por haber estado. Por confiar en mí, y darme la oportunidad de crecer un poquito más y de aprender de ustedes. Los quiero mucho, y espero que vengan siempre muchos proyectos. No faltarán las ganas, ni las ideas.

November 13, 2005

Mi amigo Hugo, el cantante


Con su tatuaje de la bandera de Cuba, sus puchos, su guitarra. Sus abrazos apretados, su risa constante y nuestras confidencias.
Hoy hablé contigo. Hace meses que no te encontraba por estos lados. En medio de mis frustraciones, me transportaste en un segundo a la selva paraguaya, tu guitarra entre las manos, escondidos de los gritos de la gente, entre las plantas y a la sombra, capeando el calor con tereré y sólo un traje de baño. Mis pies descalzos enterrados en la tierra húmeda, olorosa. Te escuchaba con todo el cuerpo, los ojos bien abiertos, sintiendo tu música, tus emociones, tu intensidad. Y ahora estás de nuevo en Asunción, a punto de lanzar tu tercer disco.
A ver si nos encontramos en Uruguay, y me cantas en exclusiva un tema de los de antaño, como el que recuerdo acá.
Te quiero mucho.

Tu poesía, letra y música de Hugo Ferreira

(en www.hugoferreira.net la pueden escuchar)

Después de contemplar tu rostro
Tu sonrisa tan perfecta llena
De sincera profundidad
Después de haber vivido tantas cosas
Lejos de las mariposas y jazmines del amor que no es verdad
Se que dicen que el amor es como un barco a la deriva
Si te subes a el te pierdes de la buena vida
Pero no conocen
La poesía que canta la poesía que besa
La poesía que llora sin temor
La poesía que no es barco ni muerte
La poesía que no tiene razón
La poesía blanca la poesía negra
La poesía que me cuida el corazón
La poesía que no pide nada
La poesía que hay en vos
La poesía que sos vos

Después de refugiar mis frustraciones
Mis temores más amargos en tus ojos de valiente libertad
Después de descubrir que lo que importa
No es el tiempo que soportas sino aquel, en el que luchas por reír
Se que dicen que el amor es como un barco a la deriva
Si te subes a el te pierdes de la buena vida
Pero no conocen
La poesía que canta la poesía que besa
La poesía que llora sin temor
La poesía que no es barco ni muerte
La poesía que no tiene razón
La poesía blanca la poesía negra
La poesía que me cuida el corazón
La poesía que no pide nada
La poesía que hay en vos
La poesía que sos vos

November 01, 2005

Fósil

Y quizás qué me pasa, quizás de qué mundo,
de qué existencias vengo.
Las promesas me resbalan por los pechos.
Se me enredan las culpas en secretos rincones húmedos.
Se lamentan mis perdones y toda yo me contraigo.
Toda yo me equivoco y me arrepiento.
Soy un fósil de otros tiempos.

October 24, 2005

Alta Fidelidad

Ayer no pude dejar de sentirme identificada con algunas frases, actitudes, ritos, anhelos y patetismos, de John Cusack en Alta Fidelidad. Aunque tenía las aprehensiones propias frente a todo filme que recrea un libro (el homónimo de Nick Hornby), debo reconocer que tenía ganas de ver esta película. A pesar de los premios de su director, Stephen Frears, dudé de su talento al poner en las grandes pantallas la versión de la novela de Evans que Sam Peckinpah quiso hacer tantas veces (Reconozco las influencias a favor de Peckinpah, impuestas por mi profe de cine). Pero me gustó, y ví reflejado un poco de mí en este dueño de disquería de vinilos obsesionado con los rankings de todo tipo. Aquí va uno de los míos:

Las 5 mejores películas para ver en una cita:

En quinto lugar ubico Before Sunset, de Richard Linklater. Contada en tiempo real, inconclusa y menos feliz que su precedente, me recuerda una idea de Denis de Rougemont, en "Amor y Occidente". Él dice que el lirismo occidental no exalta la paz de una pareja, ni el placer de los sentidos, ni menos el amor logrado; sino la pasión del amor. Y la pasión es sufrimiento. Por eso rescato esta cinta. Me gusta que no sea cebolla, que no sea llanto fácil ni tonos pasteles. Que no plantee un mundo o un amor perfecto, acabado, facilista. Me gusta esta cinta porque la encuentro creíble. Honesta. La pienso para citas de re-encuentros casuales, no planificados. Para ver de preferencia en el piso alto de un edificio poco amoblado y con alfombra. Sobre los cojines, con un buen vino y la luz tenue. (Estados Unidos, 2004)

En cuarto lugar propongo El Último Beso, de Gabriele Muccino. Me gusta cómo expresa la búsqueda de la felicidad como motor constante del hombre. Me interpreta. La película es una experiencia apasionante y una inyección de energía arrolladora. No hay tiempo que perder, no hay tiempo para pensar. Hay que decidir, con el corazón y el deseo. La felicidad es momentánea, incontenible. Lo que permanece es la pasión, esa pasión de los personajes que con un estilo vertiginoso se contagia a quien se expone a El Último Beso. Sí, lo encuentro real y humano. Y dan ganas de salir a buscar, igual que los personajes. Para ver en el otoño, un día de viento, con un desconocido que haga pizzas y sepa reír a carcajadas. (Italia, 2001)

En tercer lugar, aunque casi en un empate, elijo Los amantes del círculo polar, de Julio Medem. Es la historia de un amor secreto e intenso entre Ana y Otto, contada desde los ojos de ambos personajes. Una historia en etapas, circular, azarosa pero causal. Melancólica. Cuando niños la vida de ambos se une por casualidad a la salida del colegio, una tarde ventosa. Luego vendrá el amor secreto, la sexualidad, los ritos, el fracaso, el recuerdo. Y casi veinte años después, Finlandia, y el círculo polar ártico. Me atrae esa idea del amor secreto. Me gusta que a pesar del tiempo, siguen viviendo en la memoria del otro. Siguen teniendo un sitio propio en los rincones profundos del corazón. Al final, resulte o no, creo que esa es la única existencia que en realidad vale. Para ver en un atardecer de verano, en el Normandie, con la sala vacía y sin zapatos. Con alguien suavecito, cariñoso, y después de una larga caminata por el Forestal.

En cuarto lugar, un clásico personal: Donnie Darko, de Richard Nelly. Una cinta inteligente, aguda, hipnótica. Una fascinante experiencia estética, emocional y sicológica. Un retrato surrealista a la mente y ethos de una cultura que respira bajo lo aparente. Una mezcla de ficción y realidad potente, satírica, verdadera, pero sobre todo embriagante. Donnie Darko muestra y comunica sensorialmente, ese espacio que existe entre la vigilia y el sueño. Es un viaje onírico, confuso, desafiante, sorprendente y adictivo. Excelente banda sonora. Uno de los mejores descubrimientos que he tenido en el país del norte. Para ver de noche con alguien interesante, inteligente, agudo. No hace falta nada más. (Estados Unidos, 2001)

En primer lugar, consagro una ópera prima: Reconstrucción de un amor, de Cristoffer Boe. Al comienzo de la película, Boe lanza una de las misteriosas verdades del cine: “Recuerde, es todo una película. Todo una construcción. Pero aun así duele”. Esta historia me encanta, me fascina. La forma en que está contada, los personajes, la mezcla de estilos y técnicas, la estructura narrativa, los colores, las texturas. Está llena de emoción, de magia, de confusiones, de deseos. Es una película diferente que respira con una sensibilidad propia. Para ver de noche y a oscuras, cuando los sentidos se despiertan y la receptividad aflora. En la cama entre plumones. Con alguien conocido, querido, intenso. (Dinamarca, 2003)

Bonus track:
Aladino, de Walt Disney. Debió estar en mi lista, pero no se me ocurrió, asi que la tomo prestada del pezcador. Un clásico. Desde el uso de las cámaras, la música, la personalidad del genio (podrías ser tú Lil), el tigre de mascota, aladino dándole el pan a los niñitos, la fantasía y la magia, la entrada triunfal al palacio, el vuelo en la alfombra. Exquisita.
(Estados Unidos, 1992)

October 19, 2005

Biografía... o algo así


Cierro los ojos y me concentro.
Imagino primero un punto blanco en un fondo negro. El punto crece y se transforma en un rectángulo, como una pantalla de cine. En ese espacio trato de proyectar mi vida. Veo puros fragmentos, como pegados con cinta adhesiva.
La primera imagen ni siquiera viene de mí. Me acuerdo de haberla visto en un video casero de 1983. Sale mi papá con un bigotito ridículo y mi mamá con la cara roja y rechoncha. “Hola poletita, estamos tan contentos de que hayas llegado”, dicen, como si ese feto prematuro- que soy yo, claro- les fuera a resolver los problemas.
Inmediatamente después, aparece en la pantalla una cabeza con rulos amarillos y unos ojos enormes con pestañas largas. Debo tener unos 3 años y estoy corriendo en un jardín. Saludo a mi mamá desde lejos, ella se seca las lágrimas y se ríe. Mi papá ya no vive con nosotros. Sorpresa. Qué original, están separados.
De repente tengo puesto un uniforme gris. Tengo 7 años y parezco una bola gigante. Entro a una clínica a buscar a mi hermanito nuevo de la mano de mi padrastro.

De los 14 en adelante empiezo a ser yo. Me reconozco en la pantalla. Son las seis de la mañana y estoy peleando con el marido de mi mamá. Me empuja a la cama y me levanta de las orejas. Tengo tanta rabia que le pegaría un combo. Agarro mi mochila y salgo corriendo de la casa. Unos meses después, tomamos un avión a Argentina. Mi mamá, mis dos hermanos y yo.

Viví en Mendoza tres años, en una especie de rebeldía y libertad que me fascinaba. Me escapaba por el techo de la casa y salía con mis amigos a la montaña. Leíamos poesía, hacíamos fogatas y cuando ya estaba amaneciendo, bajábamos en la citroneta escarchada, justo a tiempo para cambiarme de ropa, encajarme el uniforme y salir al colegio.

Ahora la pantalla se hace más nítida. Estoy en cuarto medio, ya volví a Santiago. Me veo encerrada en el baño de mi casa nueva, escribiendo y pintando unas figuras en la muralla. De repente, entra mi prima con un papel en la mano. “Concurso Ruta Quetzal 2000”, dice en el borde. Me acuerdo que no le hice mucho caso, pero una semana antes de la fecha de entrega, me fui a la biblioteca, saqué información histórica y me senté a escribir una monografía sobre Carlos V y los conflictos religiosos que tuvo con Lutero. Cuatro meses después, estaba sentada con tres chilenos en un avión rumbo a Madrid, para juntarnos con 350 jóvenes de todo el mundo que se habían ganado el concurso en sus países.

Viajé sesenta días por España, Estados Unidos y México, donde conocí a los indios Tarahumaras. Con ellos, corrí en la noche llevando en las manos unas antorchas encendidas con resina, ritual símbolo de la libertad. Caminé horas por las Barrancas del Cobre, me bañé en la cascada de Basasseachi, vi cómo corría el agua después de dos mil años por el acueducto de Segovia, y conversé con el Rey de España. En las noches, escribí un diario de expedición, que entregué a la Universidad Complutense de Madrid para un nuevo concurso.

Al año siguiente me avisaron que había ganado, que repetía el viaje, y que ahora iría a Perú, Ecuador y España. Le puse pausa a mi primer semestre de periodismo, agarré mi mochila y carpa en mano me fui a Quito y grabé un programa para Discovery Kids. En el verano estuve recorriendo Paraguay con ex ruteros de todos los países y edades.

Fin de los colores chillones. Aparece una imagen borrosa que abarca hartos años. Estoy en Estados Unidos, hay 17 grados bajo cero y tengo puesto un uniforme de Mc Donalds. Un tipo de ojos verdes, pelo largo y barba, me mira intensamente. Su cara es de reproche, de rabia, de rechazo. Escucho nuestras risas, pero no parecen formar parte de esta escena. En mi mano tengo puesto un anillo de plata. Silencio. Lo escondo en el closet.

La pantalla amenaza con disolverse. Pero hago un esfuerzo por ver el último capítulo de mi historia. Parece una película de François Truffaut, sacada de la nueva ola francesa. En blanco y negro, los personajes de espalda, largos travellings de las calles, los asuntos cotidianos, los tiempos muertos. La reflexión constante de qué cresta hago acá. Para qué habré escrito estas líneas.

October 07, 2005

Homenaje a mi abuelita



Hoy quiero hacer un homenaje.
Quiero rendirle un tributo a mi abuelita.
Sí. A mi abuelita Pita, la chómpiras, la Marinita. La Chepa.
La Fresia Marina Loyola.
La abuelita que se ponía las canilleras y jugaba fútbol con nosotros. La abuelita que nunca tejió más que mis trabajos de artes manuales, que nunca se sentó en una mesedora ni tomó tecito con las amigas. Que me hacía papas fritas a escondidas de mi mamá. Que me llevaba a los rotativos del centro a ver mil películas de gemelas gringas que se iban a campamentos de verano.
Mi abuelita que se obsesiona con lavar los platos aunque le queden todos cochinos, que se pasa por abajo de los cobradores de las micros, llena de bolsas y con las rodillas gastadas. Mi abuelita que le da migas de pan a las palomas, que come sémola y sopas asquerosas de verduras cocidas. Que se levanta a las 6 de la mañana y al almuerzo se toma toda la copa de vino al seco. Porque así le gusta a ella. Porque siempre le ha gustado así. Porque se lleva el mundo por delante.
Esa es mi abuelita. Que me cuesta entenderla, que me cuesta imaginar cómo fue para ella empezar a trabajar a los 4 años. Que todavía llora cuando se acuerda de su abuelito, y canta las canciones que él le cantaba a ella. Nunca se le olvidaron. A mí tampoco. Cómo me podría olvidar del Osito de felpa, abuelita linda.
Hoy quiero hacerle un homenaje a mi abuelita. Darle las gracias, porque si ella no hubiese sido, yo tampoco sería. Porque si no hubiese querido que mi mamá fuera, yo no habría sido. Porque a pesar de sus ochenta y tantos, sigue aquí, modificando los espacios, invadiendolo todo con sus ojos verdes y sus manos arrugadas. Te quiero mucho abuelita. Aunque no siempre nos resulte fácil entendernos, comunicarnos. A pesar de tu fatalismo y ese apocalipsis now tan tuyo.
Aunque probablemente no puedas ver estas letras y apenas sepas lo que es un computador, quise dejar aquí un poco de tu historia.
Mírate abuelita. Y que ya no te dé más pena estar envejeciendo. Que no te dé rabia no poder hacer las cosas. Tu fuerza para mí es un ejemplo de vida. Tú siempre vas a estar conmigo. En mi corazón y mi memoria.
Porque eres grande abuelita. Eres inmensa.

October 02, 2005

Mi cámara y Cortázar


"Cuando los cronopios se van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: la hermosa ciudad, la hermosísima ciudad. Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios".

Texto: fragmento de Viajes, Historias de cronopios y famas. Julio Cortázar.-
Fotografía: Paulette Desormeaux

October 01, 2005

Mi versión de Buenos Aires


En los últimos años he estado varias veces en Buenos Aires. Aunque al comienzo me perturbaba esta ciudad enorme, el consumismo generalizado de los turistas y la obsesión por los restaurantes de todo lo que usted pueda comer, de a poco fui encontrando mis espacios.
Caminando días enteros, recorriendo los teatros, las librerías, los parques, los pubs irlandeses. Fotografiando lo que escapa a la mirada del turista tipo, ese que viaja en las promociones de cirugía express, que va del hotel al restaurante, del restaurante a los cueros, de los cueros al shopping, y de vuelta al restaurante y al hotel.
Perdiéndome en San Telmo, en el Botánico, en el jardín japonés, escribiendo por horas en la Papelera de Palermo. Evitando el gentío de las tiendas de su plaza, y fumando mis cigarros con los pintores de sus exposiciones. Internándome en el Malba, en el Bellas Artes, en el museo de arte moderno.
Tarareando ochenteras en la Recoleta buscando al hombrecito del sombrero gris. Caminando en la noche sorteando la basura de las calles del centro, pensando en la cantidad impresionante de gente durmiendo acurracada bajo los focos y a las entradas de todos los edificios. Visitando viejas amistades, navegando por el Tigre, leyendo los diarios culturales.
Con mi cuaderno de escritos y dibujos, mi walkman, mis puchos y mi cámara, fui domesticando Buenos Aires, como diría el Principito. Este es el Buenos Aires que me gusta, es mi versión y mi mirada de esta ciudad cosmopolita.


La sombra del poeta



Las arboledas de Palermo, donde nació Borges



El mate más sabroso

Siga las flechas

Raíces porteñas

Las risas de la plaza

Escape colectivo

(no me acuerdo el nombre de esta obra, pero es una instalación de Puppi en el Bellas Artes)

Notable

El tango de verdad, en las calles de San Telmo


El cielo del centro


El placer de los vinilos de Eureka, cerca de la plaza de San Telmo

Se olvidaron de la crisis

La Papelera

Des-encuentros

Arquitectura alborotada

Los fantasmas del Botánico

El pintor de asfalto
(ojo, son tizas de colores, de esas de los pizarrones de chico)

Feria de antiguedades en la Plaza de San Telmo

Como en los cuentos, donde siempre el balcón y la torre tienen un misterio ancestral

A propósito de cuentos

La niña del parque

Espera

En Buenos Aires siempre he sido más cronopio que fama. Tal vez por eso esta es mi mirada.