March 26, 2006

Por qué me empalabro...


Ordenando los papeles que deambulan aún en mi nuevo departamento, me encontré con muchas cosas que he escrito como desde los 10 años en adelante… En todas estaba la huella de esa casi obsesión por retratarme… por definirme…
Casi instintivamente me acordé de Humboldt, que dice algo así como que el lenguaje es el medio por el cual se descubre lo aún no conocido. Se infiere entonces, que conocimiento y expresión son la misma cosa. Pensé también, que el conocimiento sin memoria no es tal. Uno se jacta de saber algo en la medida en que es capaz de traerlo de regreso al pensamiento en un momento determinado. Entonces, la memoria es una expresión del conocimiento; la memoria es lenguaje…
Como decía Chillón, el mundo adquiere sentido sólo en la medida en que lo traducimos lingüísticamente, de otro modo, sólo sería para nosotros una retahíla de sensaciones incoherentes. Así, pienso el lenguaje como la herramienta que el hombre construye para elevarse por encima de la mera percepción sensorial de lo inmediato… Y aquí entra en juego nuevamente la memoria…
Nietzche decía que las palabras son tropos, saltos de sentido que traducen en enunciados inteligibles las experiencias sensibles de los sujetos. Si el conocimiento es lenguaje, y las palabras forman parte del lenguaje, entonces el conocimiento que somos capaces de tener de la realidad es siempre imperfecto y tentativo, porque se lleva a cabo partiendo de sensaciones que hacen sentido sólo en la medida en que son transubstanciadas lingüísticamente. Conclusión obvia, el conocimiento es siempre un tropismo, una alusión figurada, una traducción, un salto de sentido. Cada experiencia particular, está compuesta en gran parte de palabras, está vivida en y con palabras, ellas hacen inteligibles las imágenes recordadas o imaginadas, las sensaciones, los instintos, la vida mental no lingüística… Se dan cuenta del poder del leguaje???? Pienso ahora en los idiomas… No todas las lenguas tienen el mismo número de palabras, por ejemplo el inglés tiene menos que el castellano… o el alemán, por ejemplo, tiene muchas más palabras compuestas que el castellano… Cuánto determinará el dominio del lenguaje, nuestra capacidad de experimentar y comprender el mundo! Y cuánto nos determina el idioma que manejamos…
Las realidades múltiples y subjetivas, que parten de las experiencias individuales determinadas por el lenguaje, adquieren sentido para uno y son comunicables para los demás, en la medida en que son verbalizadas, encarceladas en palabras y vertebradas en enunciados linguísticos…
Maturana puso el foco en el observador. Nada es con independencia de la operación de distinción que lo distingue, decía. Mapa y territorio, y la imposibilidad de acceder a toda la realidad. Y el observador está limitado a su vez, no sólo por el desarrollo de sus 5 sentidos, sino también por su dominio del lenguaje… Ahora, si esto es así con la realidad “exterior”, cuánto más nos determina con nuestro conocimiento de lo que somos!
Octavio Paz decía que la palabra es un símbolo que emite símbolos… Toda palabra, toda dicción, es siempre ficción, fabulación… El hombre entonces, es un ser que se ha creado a sí mismo al crear un lenguaje. Por la palabra, el hombre es una metáfora de sí mismo. Tal vez por eso mi obsesión con nombrarme, describirme, empalabrarme, encarcelarme en conceptos y definiciones lingüísticas… Es para poder observarme, comprenderme, percibirme, conocerme, liberarme… Como decía en mi post anterior, para re-crearme…

3 comments:

Anonymous said...

me pregunto qué sucede con las imágenes?, imágenes libres de palabras,
imágenes que nos definen y representan..en tanto imágenes libres de conceptualizaciones y formulaciones linguísticas, tan sólo sensaciones convertidas en imágenes, manchas, colores, líneas (ya sean fotogramas, tintas, óleos, etc).
me gustó mucho el post.
saludos

alesita said...

hola niña, tanto tiempo? Cómo te fue en la práctica?
Paso por acá para saludarte.
besos!

Anonymous said...

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