June 21, 2006

Hoy es solsticio de invierno. La noche más larga del año. El momento en el que el sol está más alejado de la Tierra. El fin de una etapa y el inicio de un nuevo ciclo... Alguien me dijo hoy que no le gustaba este día, porque comenzaba la estación más fría y "deprimente" de todas, me explicó.
Pero yo no estoy de acuerdo... desde hoy aumenta la distancia entre el amanecer y el ocaso. Para muchos pueblos andinos, hoy también comienza un nuevo año, y con él, el despertar de los preparativos de la siembra que traerá la nueva cosecha... Los aymaras, por ejemplo, celebrarán el inicio del año 5514 de su calendario...
Imagino la noche coronada de ritos y ofrendas al dios Inti y a la Pachamama... Cómo quisiera estar ahí esta noche, en La Puerta del Sol, una de las ruinas arqueológicas más importantes de Tiwanaku, en Bolivia, iluminada por los cantos y bailes andinos. Según la tradición, al amanecer de este nuevo año, los primeros rayos de sol fecundan y bendicen la tierra.
Hace algunos años estuve en Perú, pasando unos días en una comunidad de chamanes. Recuerdo sus ceremonias con pétalos de flores, aguardiente, sangre y tabaco. Cierro los ojos. Me pierdo en el recuerdo...
Un juego de pelota en Teotihuacan, México. La invocación a un Dios imperfecto que adoran para que prolongue la vida un año más. La observación incesante de la naturaleza, del cielo, de la semilla enterrada en la tierra. Los ciclos, la dualidad.
Abro los ojos. Unos pisos más arriba, alguien escucha una ópera que no conozco. Pienso que tal vez, esta noche yo también pueda iniciar un nuevo ciclo...
Escribo en un papel eso que quiero sembrar. El fuego lo consume, las cenizas vuelan por el balcón abierto. Me desnudo y me entumezco. Todo oscuro alrededor. El vacío. Comenzar de cero.
Este amanecer, quiero que los primeros rayos de sol me fecunden y me bendigan. Que me despierten en medio de esos ritos, esos cantos, esos bailes; aunque mi cuerpo esté tan lejos... Hoy es solsticio de invierno. Ahora falta esperar la primavera, para ver cómo brotan mis nuevas bendiciones.
Paz.
Plenitud.

3 comments:

Marianne... said...

Hay veces q me gusta pensar q uno siempre puede estar donde quiere estar. Sólo hace falta cerrar los ojos y comenzar a soñar… parece fácil, pero NO, no lo es… pero se puede. ¿Quién dijo q todo era fácil?
A cerrar los ojos y soñar prima… hay veces q es lo único q queda, pero, q de una forma u otra, llena más los rincones vacíos. Sólo hace falta q uno le invente una imagen y la deje “caer”…
Te quiero

patch-blue said...

Ufff que lindo!!! que alucinante la oportunidad de empezar de cero. no sabia lo del solsticio, pero de saberlo tambien me habria desnudado frente a mi ventana para que la luz me iluminara la vida... uf como necesito la luz en estos días.
abrazo de una antigua visitante que vive cambiandose el nombre.

Anonymous said...

Pola...ese es lindo día...una linda fecha. Aunque a veces he pensado que todo debió terminar ahí, hay otros días que agradezco el cambio que me ha producido...
Ese día, es la muerte y el nacer.
Todo en uno...
Todo en uno...
Los recuerdos se golpean en mi mente y hacen que las lágrimas corran sin parar por mi cara.
No para de palpitar el corazón. Se mueve mucho más de lo normal... se siente... Hasta me duele.
Ese día...el comienzo de mi estación favorita...de mi viento blanco...de mi aire...de mi altura...de mi vida...
El final del ocaso... el final de la otra vida... ojalá que sea el último final, y no de esos que recurren en segundas y terceras partes...
Celebré en Viña... fue un buen buen día...
te kiero mucho
andi