September 30, 2005

Ayer estaba como aplastada. Por algún motivo el corazón me latía con una fuerza y ritmo inusitado. Traté de dormir, pero mi pulso estaba descontrolado. Lo curioso es que además estaba muerta de frío y tenía los ojos como secos, me ardían. Prendí mi calientacama y me acurruqué con el secador bien cerquita. El aire tibiecito me calmó, pero no pude conciliar el sueño. Apenas cerraba los ojos aparecían gigantescas caras deformadas que me gritaban en primer plano.
No sé si fue influencia de mi remordimiento por el día sabático (fruto de la poca voluntad para estudiar que me ha penado este último tiempo) o por el programa de tiburones que vi en el canal del National Geographic, pero esas malditas caras seguían apareciendo con su gritito agudo que no me dejaba dormirme.
Tomé el libro que estaba en mi velador. Mantra, de Rodrigo Fresán. Pero fue peor.
En el primer párrafo que leí, Martín, un niño mexicano, toma un revólver y se dispara en la boca.
Cerré el libro.
El techo de mi pieza estaba demasiado blanco. Me concentré tratando de diferenciar formas y tonalidades. Miré la hora: 2:00 am.
Parecía que mi corazón iba a estallar. Me latían las piernas, los brazos, la cabeza.
De repente de un salto me paré de la cama. Me saqué rápido el pijama y me puse un buso viejo y mi parca. Salí de la casa apurada, como si fuera a tomar el bus.
El viento frío me pegó en la cara y los perros se pusieron a ladrar.
Me puse a caminar como yendo a la cordillera. A las tres cuadras lo encontré. Muerto de hambre, el tipo buscaba entre la basura algo que alimentara su carrito- bicicleta.
Lo saludé, prendí un cigarro y saqué triunfante mi pan con mayonesa.
Volví corriendo a mi casa y me metí bajo las sábanas.
Cerré los ojos y esperé.
A los dos segundos sonó el teléfono de mi pieza. El portazo había despertado a los jefes.
Tras oír los vituperios me senté en la cama.
El alto de fotocopias me miró desde el escritorio. Al final, siempre hay algo pendiente. Y por alguna maldición que me acecha desde infante, jamás he podido dormirme tranquila sin la satisfacción de la tarea terminada.

September 29, 2005

Mi cámara y Benedetti

Febrero de 2005 - Buenos Aires, Argentina

Texto: Mario Benedetti
Fotografía: Paulette Desormeaux


"No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa


Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.






No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fanáticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor".


Atunes sin delfines

"En los últimos 50 años más de 7 millones de delfines han muerto a causa de la pesca de atún". Eso fue lo que me dijo una buena amiga que hizo un curso de cetáceos, y me dejó con la boca abierta. La verdad, siempre me han encantado los delfincitos. Aunque gracias a dios nunca he usado aritos con su forma, ni he tenido medallitas, peluches, ni ningún otro objeto del tipo, cuando vi a los delfines saltar libremente en las costas uruguayas me emocioné. Como que ellos me ponen feliz, me causan como admiración.. En fin, la cosa es que su afirmación no podía dejarme indiferente (y a ella tampoco), asi que nos pusimos a investigar, y esto fue lo que encontramos:

Los delfines nadan con cardúmenes de atún de aleta amarilla, que son muy apreciados por los pescadores (son los más grandes). La forma más rápida y barata de atrapar estos cardúmenes es lanzar una red de cerco. El problema es que en esa red quedan atrapados los delfines, junto con tortugas marinas, e incluso tiburones.
Cada año más de dos millones de delfines son capturados de esta forma. Al levantar las redes los pescadores los liberan, pero a veces es demasiado tarde y como no pudieron salir a la superficie a respirar, los delfincillos se ahogan antes.
Las redes se tiran desde lanchas, que con su ruido desorientan a estos mamíferos y les provocan altos niveles de stress afectando su salud y reproducción, sobre todo a los delfines del Pacífico Oriental, que tienen la mala suerte de ser "perseguidos" más de 10 veces y capturados al menos tres veces al año (estadísticas del Earth Island Institute, de Estados Unidos).
Para intentar terminar con la matanza, se creó una certificación que asegura que el atún fue obtenido con métodos que no provocan la muerte de mamíferos marinos: Dolphin Safe (libre de delfines).

Las marcas más grandes de atún se supone que tienen esta certificación, pero por ejemplo muchas latinoamericanas no la utilizan (es más caro, se debe autorizar la presencia de observadores independientes en todo el proceso de captura, etc)
Asi que eso...
Les contaba para que abran sus despensas y aprovechen de mirar si sus latas de atún son o no Dolphin Safe. :)
pd: y aprovechan de mirar las de palmitos también... jeje

Algo de mí



Hoy fue una buena noche.

Tuve ganas de compartir, asi que les muestro una parte de mí, un rincón que hace casi un año permanecía oculto en la memoria.

¿Quién soy?
¿Cómo se configura mi identidad?
Soy un poco yo, y soy también esa otra que es reflejo de mi yo en la sociedad.
Soy ontológicamente, y soy el ser social
Soy lo que no veo, y las palabras que resuenan donde no puedo oírlas
Soy mis manos, rechazadas por tanto tiempo
Soy las ansias de belleza
De conmoción
Soy la soledad sola
Soy el abandono perpetuo
Soy la risa inconmensurable, y el asombro
Y la vida
Pero quién soy en realidad
Soy una preadolecente que va a salir de la universidad
Soy la vieja de cuarenta que se cuestiona la vida
Soy el sol mayor que viaja en mis oídos
Soy un poco él, un poco mi madre, un poco Kundera
Soy un poco esos ojos que me auscultan como enferma
Soy un desierto árido y nocturno
Soy la fogata que se alza en la montaña
Esa nieve blanca, inmaculada, tan fría y quemante
Soy y ya me he ido,
Soy inabarcable
Inesperable
Soy la mañana con rocío y un cigarro en la ventana
Soy la tetera que silba en la cocina
Soy esa fenomenología que tanto apasionaba a Varela
Soy la extraña
La loca
La enrollada
Soy la líder frustrada
La doblegada por esa inexistente voluntad de rehacer la vida
Soy la soñadora que se apaga con la inercia
Que se ahoga entre tantos edificios,
Que en cada arista urbana toma un trago más
Soy la que se tira por el puente
Soy la que no quiere vivir más
Soy la que se levanta cada día albergando la esperanza idiota de cambiar
De cambiarse a sí misma
Soy la idiota que se da una y otra vez tumbos con las puertas cerradas
Soy el alma deshecha
Soy la carretera que se apaga
Que se enciende
Soy la que te necesita
Soy la que te ama y te guarda un rencor innombrable
Soy la cobarde que no se atreve a escaparse de tu lado
Y la que se daña y se mutila y se quema y se golpea
Soy la que escribe estupideces en todas las murallas
Soy la anarquista, la demócrata, la totalitaria
Soy la niña de manada
La solitaria vagabunda que deambula por la urbe
La pendeja pelotuda que no sabe qué quiere
Que no es capaz de expresar sus virtudes
Soy la tonta que no apaga este ardor en el pecho
Soy la que vuelve siempre a tu lado
Soy la que reincide, la que se cae
La que se desmaya en la mitad del hielo
La que se deja ahogar
Con el deseo maldito de que tú me rescates
Soy la patética amante sin causa
Soy la que te pide
La que te llama y te grita y te odia y te desea más que nunca
Soy la niña que vende flores
La marinera que se pierde en su veleta por el alcantarillado
Soy la pelotuda que no logra entender
Que no puede despertar
Soy un poco yo y soy tanto tú
Soy cómo me ves cómo me hablas cómo me miras
Soy cómo me rechazas y me abandonas
Soy esa herida abierta que no puede cerrarse
Que no cicatriza nunca
Soy la que sigue sangrando
Soy la borracha y la mateona
Soy la exitosa arquitecta de esa choza en la nada que se consume sola
Soy el techo que cae sin sentido en un imprevisto terremoto
Soy la secretaria,
Soy el depósito de tus frustraciones, de tus anhelos prohibidos
Soy tu confidente
Tu esclava negra que no puede lavarse la cara sin que le sangren las manos
Soy el pliegue del cadáver exquisito
El cajón olvidado
Soy esa pequeña historia que ya nunca cuentas
Soy el ejemplo de mi fracaso
Soy el estandarte de mi desnudez avergonzada
Soy el reflejo de mis frustraciones
Soy la niña perdida
La que llora tu ausencia
La que sólo espera que un día me mires me aprecies me anheles
Soy el vidrio roto que se entierra en tus muñecas
Soy la sangre que corre alborotada
Soy la vida que se apaga
Soy el silencio de tu tumba
Soy la que no carga a tus hijos, la que no te besa por las noches
La que no quieres a tu lado
Soy ese anillo escondido en el closet
Soy esa masa artificial
Esa espalda que carga los sueños rotos
Esos ojos hinchados, húmedos, ciegos
Soy todo lo que olvidas
Soy lo que te desespera y enfurece
Soy la cabeza ardiente de contradicciones.

September 28, 2005

"de oruga a mariposa", como dijo Emily

... en qué quería convertirme...
Cuando chica yo quería ser equilibrista y malabarista, y pasearme por el mundo en la cuerda floja de un gran circo familiar... pero salí poco delgada, con problemas en tobillos y muñecas, y un equilibrio que deja mucho que desear...

Después conocí el cine, pero en vez de querer ser Campanita (recuerdo con especial cariño las idas a las lilas a ver Hook), me obsesioné con formar parte de un comando antiterrorista que salvara a los niños raptados... mucha influencia del duro de matar Bruce Willis... bueno, la cosa es que tampoco salí muy buena en la disciplina a lo militar, soy más bien media rebelde, un tanto llorona, y no me gustan para nada las armas.

Vino mi época religiosa y soñé con caminar al lado de Sor Teresa de Calcuta, ayudando a los más necesitados y casándome con Dios, dándole mi vida... pero salí media escéptica y cuestionadora, y después de algunas frustraciones argumentativas comencé a reevaluar mi adhesión católica
apostólica y romana.

Me pregunto hasta qué punto puede uno elegir. Hasta qué punto es mi opción en qué convertirme. Hace unos meses me sentía tremendamente perdida. No sabía adónde estaba llevando mi vida, para qué quería mi título, por qué mi cabeza estaba como seca de ideas, como dormida. Constantemente dormida...

Asi que un día, después de un fin de semana de teatro y cine (esos gustos los mantengo), tomé una libretita amarilla y anoté con letras grandes:
ASPIRACIONES Y PROYECTOS

Lo que vino después se escribió solito. Salió de adentro, sin reflexiones premeditadas ni censuras estilísticas o morales.

- buscar el sentido de las cosas

- no conformarme

- Valorarme

- no hacer las cosas como medios al éxito o reconocimiento

- tener claro los objetivos

- no perder el norte

- Ser una persona plena, intensa, generosa, alegre y solidaria.

Pero obviamente salí compleja y enredosa, con trancas y penas ancentrales, con la vanidad pegada a la retina, y un perfeccionismo esclavizante.

Hoy tengo una nueva imagen, una nueva aspiración más profunda y riesgosa: Descubrirme, y atreverme a ser YO.


Si me he convertido en lo que quería ser... No.

Pero siempre hay tiempo, y quisiera gozarme el camino.

Exijo una explicación

El otro día iba escuchando la radio mientras manejaba a la casa de mi papá y un periodista le preguntó a su entrevistado: ¿te convertiste en lo que querías ser? Aunque en cualquier otro momento me habría reído de la pregunta por cebolla, como que me llegó bien fuerte. Me sentí como invadida, expuesta, como si me hubieran despertado de años de letargo idiota, como si me hubiesen esquilado la piel de oveja y me hubiesen zamarreado y gritado: REACCIONA!

Con qué derecho el periodista ese viene a generarme semejante crisis existencial, justo cuando intento estudiar para mi examen de grado?!

Phiesta urbana

Hace dos años tomé un curso de danza en la escuela de Teatro de la Católica. Fue uno de los ramos más entretenidos que elegí en la U, no sólo por las representaciones teatrales de los bailes que había que inventar para las pruebas, ni por los disfraces un tanto injuriosos pero anhelados (y aplaudidos) que tuve que vestir. Tal vez las horas de ensayo, las risas y las donnuts, las chelas, las pizzas, los chistes, las madrugadas, fueron la principal causa de que hoy lo recuerde con nostalgia, a pesar del sufrimiento constante por tener que calzar tacos, y los miserables cuatros que me puso la profe.

La cosa es que primero me sorprendí cuando vi a la Toña vestida a lo hip hop, haciendo de sharon janet y agarrándose a combos con cuanto tipo se le cruzaba en Brujas. La última vez que la había visto, estaba pintada entera de negro, con un vestido gigante abultado con almohadones, fumando un puro y haciendo de vieja cubana. Sentada en una esquina me miraba bailar con su marido de escena y contaba las monedas obtenidas de los gringos.
Yo sabía que la Toña era de las mejores alumnas de ese curso, pero me llamó la atención ver después entrevistas en la Ya y en Internet, y que los periodistas le desmenuzaran la vida a esta chiquilla bonita, compañera de bailes que se estaba volviendo famosa.

Si eso me sorprendió, no les explico mi cara el otro día cuando llegué al Centro Mori y vi el cartel que anunciaba "phiesta urbana/body percussion". En una foto en blanco y negro, Josep Ramió, Phillipe Gastal, Angel Cristi, y otras 4 niñas, aparecían colgando de una estructura metálica, creando sonidos con palos y baldes de plástico. Después de haberlos visto bailar vals, bolero, mambo, rumba y cha cha chá, los principales responsables de que terminara ese ramo, de que diera mi examen a pesar de que estaba decidida a botarlo por mi bajo desempeño, estaban ahora pegados con devoción a la muralla de colores que anunciaba el espectáculo.

Me imagino que la mayoría ha escuchado hablar del grupo israelí Mayumana, que crea ritmos con el cuerpo y elementos cotidianos y desechables, como tubos de pvc, basureros, escobas, bolsas, etc. Sus espectáculos son una mezcla de percusión, coreografías, teatro y muchísima creatividad. Esta compañía, que se creó en Tel Aviv en 1998, fue la inspiración de estos chiquillos que empezaron a imitar el concepto, ideando nuevas rutinas y creando la versión chilensis del asunto. Así nació Plagiumana. Hasta el año pasado se los podía ver en actividades de centros de alumnos de distintas universidades, en fiestas y eventos de todo tipo. Hasta ahí conocía yo la historia, pero no me había imaginado que ahora eran profesionales que habían cambiado los escenarios estudiantiles por centros culturales y pantallas de tv. Plagiumana creció, y el grupo de aficionados se convirtió en la compañía Teatro Phi.

Entré a la sala tratando de que mi juicio no se viera afectado por las simpatías de antaño, ni por el coqueto Benjamín Vicuña que saludaba de beso a las niñas que esperaban a mi lado. Y sí. Me gustó y me sorprendí. Estos mismos cabros con los que bailé salsa en Bellavista, que se quejaban de las maquetas y la teoría, son ahora actores de tomo y lomo, auspiciados por North Star y Haddad. Mientras el público los aplaudía, pensaba dónde iré a terminar yo, dónde haré la práctica, y claro, también pensaba en el alto de fotocopias que me esperaba en la casa.
Es que mientras ellos son famosos y gozan su trabajo, yo sigo estudiando inexorablemente para el fatal examen de grado.

Phiesta urbana/body percussion, dirección Cía. Teatro Phi
Temporada: del 21 de septiembre al 2 de octubre
Funciones: miércoles a sábado 21:00 hrs, domingo 19:30 hrs.
Valores: miércoles y jueves populares $2000,
viernes a domingo estudiantes $2500, general $3000
CENTROMORI - Constitución 181/ Providencia. F: 7776246
www.centromori.cl

September 27, 2005

Palmitos en extinción

Queridos amantes de los palmitos:
quisiera contarles que este venerable árbol (la palmera, el palmito es su corazón) está en peligro de extinción. La palmera de la que se obtiene es de la especie Bactris Gacipaes (en Perú se las conoce como Pijuayo y en Bolivia como Tembe), y es propia de la zona tropical cálida de América.

Lamentablemente el rentable negocio de palmitos ha hecho que individuos no identificados estén deforestando las selvas amazónicas. Tal cual. Una de estas palmeras se demora 50 años en crecer, y de su tronco se obtiene una escuálida lata que ustedes se comen en un almuerzo.

La misión es sencilla: verificar que la marca que compren sea de aquellas que explotan palmitos de cultivo.
Hasta tienen una norma ISO que lo comprueba!
Y por si fuera poco, también pueden apoyar el cultivo y comercio de los palmitos colombianos, que se están usando para sustituir las plantaciones de coca.

Yo sé que es difícil que un exótico arbolito genere empatía y compasión, pero al estar en Perú en la selva amazónica, y ver hectáreas de plantaciones naturales arrancadas y explotadas, realmente dan ganas de hacer una cruzada para salvar a los palmitos.

the song

goodnight, to every little hour that you sleep tite
may it hold you through the winter of a long night
and keep you from the loneliness of yourself
heart strung is your heart frayed and empty
cause it's hard luck, when no one understands your love
it's unsung, and i say
goodnight, my love, to every hour in every day
goodnight, always, to all that's pure that´s in your heart

goodnight, may your dreams be so happy and your
head lite with the wishes of a sandman and a night light
be careful not to let the bedbugs sleep tight nestled in your covers
the sun shines but i don't
a silver rain will wash away
and you can tell, it's just as well
goodnight, my love, to every hour in every day
goodnight, always to all that's pure that's in your heart

Twilight to starlight, The Smashing Pumkins