December 07, 2005

Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera...


Hoy vi en la soledad de mi pieza esta película del director coreano Kim ki-Duk.


Me sentí transportada al mundo taotista, inmersa en la iconografía oriental... Un cuento delicioso, lleno de silencios expresivos y profundos.
Una pausa necesaria a los tormentos que aparecen por mi mente en estos días. Los colores, las estaciones, los ciclos de la naturaleza... El ejemplo y la enseñanza, la pasión, los ritos, las verdades que no están dichas sino mostradas.

Me dieron unas ganas inmensas de irme allá, al lago perdido entre esas montañas gigantes, verdes, llenas de niebla. Gritar ¡maestro! desde esas puertas coloridas, tallar las letras con el cuchillo, o pintarlas con las semillas molidas. Remar en el barco y buscar plantas, meditar, mirar asombrada todo lo que ese mundo ofrece.



Sentí también que era como mi propio ciclo, con otro paisaje, otras ropas, otros ojos, pero tan mío. La pureza y todo lo simple, la belleza y el asombro, la relación espiritual, la fuerza, la delicadeza, lo sublime...

Es como si esta película me impulsara a emprender el viaje de vuelta, a encontrar ese lugar, esa calma.
Me siento a veces como ese instante en que el protagonista gira la cara hacia el maestro, cuando el barco no avanza, y ve cómo él se despide, comprendiéndolo todo. Con esos ojos húmedos, reveladores. O tal vez así quiero sentirme.

Tal vez esa es la señal que espero, esa lección que se ofrece a sí misma, ese darse cuenta, el despertar.

Primavera, verano, otoño, invierno.. otra vez primavera. Y en medio de todo, yo. Tratando de entender el misterio, la sacralidad, lo inefable de la muerte.

6 comments:

MARTIN LECAROS said...

Hola Poli. Me gustan tus comentarios, se ven honestos. Tu escribiste algo en el mío sobre En La Cama. Ahora estaba leyendo algo de tus cosas, veo que eres periodista y que te gusta el cine. Bueno eso de que te gusta el cine me refiero a algo más de fondo porque todo el mundo ve películas en tv o estrenos y mugres con choques, violencia, sus garabatos y ya está, una ensalada de formulas para pasar un buen rato de entretención si es que puedes entretenerte con eso. Voy a dejarte en mis favoritos para leer más de tí en otro momento.
Eso de Quetzal del Sur es como una agrupación mochilera o algo asi, ¿cierto?. En este blog es donde escribes tus cosas más personales.
Hay unas fotos tuyas muy lindas.
Ojalá conversemos más...
Saludos_Martín

D... said...

Los ciclos...el tiempo en espiral que se repite cambiando... el oriente siempre tiene algo como detenido, lleno de silencios de la naturaleza... la fuerza de los cambios y de lo inmutable...

Muy bello lo que escribiste...

Lau said...

Hola Poli... cómo va? Muy lindo su comentario, y muy poético también. Si alguna vez decides viajar a esos parajes, avísame, quizá me sume, me encantaría. Finalmente, ¿te nos unes o no en Reportajes de La Tercera? Me encantaría que sí. Aún no llega el tercer alumno en práctica, y sería un agrado tenerte de compañera. Te mando un beso, cuidate mucho.

c. said...

hace tiempo vi esa película y también pasé la puerta que separaba allá de acá... uffffff, las imágenes son increíbles y el niño con la piedra atada a la espalda se me quedó para siempre, saludos, c.

Juan Pablo Belair said...

Quiero decirte que me hizo muy feliz verte en estos dos poderosos blog. La imperdonable falta de atención, de absoluta responsabilidad mía, fue la culpable de no haber entrado a tu fascinante mundo. Pero llegué para quedarme.
El film de Kim ki-Duk es simplemente notable. Solo agregar la igualmente trascendente música que la acompaña.
Un beso para ti lucecita inesperada, gracias por el honor...

Anonymous said...

Here are some links that I believe will be interested