July 03, 2008
Mucho tiempo sin pasar por aquí. Mucho tiempo sin tener tiempo. Hoy recupero mi libertad de acción y movimiento. Recupero mi capacidad de decidir cómo vivo mi tiempo. Dejé de trabajar. Sentimientos encontrados, nostalgia, alivio. Estar conmigo es exquisito. No depender de grabaciones para programar mi día, ni de imprevistos ni personajes que se levantan a las 4 de la mañana. No consultar con jefas, productoras, camarógrafos, si puedo o no ir a tal parte. Ser dueña de mi misma, de mis espacios, de mis horas. Tener silencio, descanso. El viaje comienza ahora, un mes y medio antes. Mañana parten las despedidas. Mi mundo laboral, mis compañeros, mis colegas, mis amigos algunos. Trancadilla, como diría A. Otro día comienza, sin otros que decidan por mí. Finalmente, libertad.
May 12, 2008
May 01, 2008
Tantas novedades. Tanta vida autónoma que elige el propio rumbo. Me quedo en casa y pienso. Y siento. Y escribo. Será que las decisiones vienen así de ahora en adelante, como caídas desde arriba o brotadas de la tierra. Las oportunidades aparecen como soles refulgentes. Me ciegan y emocionan. Quiero enfrentar los desafíos. Me siento afortunada. Bendecida. Es que siempre surge algo que me hace abrir los ojos, descubrir esta belleza, esta luz. Venerar el silencio, la paz imperturbable. Tengo fe. Confianza en mí. En mi capacidad de hacer futuro.
April 23, 2008
April 21, 2008
Mis lágrimas se hacen cada vez más escasas. Ya no lloro. Ando con la emoción contenida en el pecho. Ni las películas, ni las despedidas, ni los reencuentros. Tampoco la ausencia. Camino y camino desbordante de palabras no enunciadas, de nostalgias sin duelo. A veces entro a una tienda de discos y tomo los audífonos que cuelgan del panel. Cierro los ojos y el otoño me sacude el cuerpo. Entonces caen. Escasas. Tímidas. Lentas.
April 01, 2008
Me asustaba regresar. Retroceder. Pero no. De pronto, como un regalo inesperado, él abrió un espacio secreto y me dejó entrar en su mundo interior. Compartió conmigo su intimidad. Desde entonces todo ha sido diferente. Por algún motivo, siento una calidez aquí adentro que nada ni nadie me puede arrancar. Su confianza y mi aprendizaje, me iluminaron desde lo más profundo, desde la esencia. Al final esto es todo lo que importa. Estar sentados en torno a una mesa, pronunciar esas palabras, emocionarnos, abrazarnos bajo el sol de otoño.
March 15, 2008
Llevo exactamente 15 días de viaje. Estoy en Paris, maravillada con sus calles y sus puentes, las arboledas, los grises, las librerías, las panaderías, los carruseles, el viento.
Barcelona, Roma, Florencia, Venecia, Paris.
Me espera Bruselas, Holanda, Berlín, Praga.
Tengo los ojos iluminados, me siento viva, dueña de mí.
A veces, me siento sobreestimulada, y necesito descansar en un banco cualquiera, sacar mi libreta y ponerme a escribir. En ocasiones, arrebatos de identidad me sorprenden al rebelarme contra un monumento, un lugar cargado de historia, un desconocido. Y me siento orgullosa de ser distinta, de tener pensamiento propio, postura frente al mundo.
Ahora llueve, y me tengo que ir.
Un beso.
Barcelona, Roma, Florencia, Venecia, Paris.
Me espera Bruselas, Holanda, Berlín, Praga.
Tengo los ojos iluminados, me siento viva, dueña de mí.
A veces, me siento sobreestimulada, y necesito descansar en un banco cualquiera, sacar mi libreta y ponerme a escribir. En ocasiones, arrebatos de identidad me sorprenden al rebelarme contra un monumento, un lugar cargado de historia, un desconocido. Y me siento orgullosa de ser distinta, de tener pensamiento propio, postura frente al mundo.
Ahora llueve, y me tengo que ir.
Un beso.
February 26, 2008
Este es el mejor regalo que me han hecho en muchísimo tiempo... Lo agradezco con todo el corazón, y agradezco también todo lo vivido.
Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
Y tú no estás en este mundo para llenar las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Y si por casualidad nos encontramos es hermoso.
Si no, no puede remediarse.
February 24, 2008
February 07, 2008
Las cintas rojas en la puerta. Atrás, billetes del mundo. Las flores rosadas en el velador y en la mesa con las fotos . El departamento lleno de velas. Nosotras amasando la harina con albahaca, luego al horno, el queso, la espinaca, el tomate. La ventana abierta, las cortinas recogidas. Nos cortamos un poco el pelo, unas a otras. Abrimos la champagne, suena, se derrama, nos reímos. Comemos helado y nos abrazamos. Buenos deseos para el nuevo año chino que comienza. Amor, buena siembra, abundancia.
February 04, 2008
El helado de pistacho espera generoso mis labios sobre el cono de barquillo. Lo saboreo con ganas entre los árboles y la tierra del parque. Él come chocolate, su helado se chorrea y se derrite. Yo me río y caminamos juntos cerca del museo, Buenavista Social Club suena entre la gente. Nos sentamos frente al MAC y esperamos a que el festival comience. Entonces dicen que esperemos, que vamos a escuchar una canción, que Volodia ha muerto. Los Jaivas llenan el espacio con Canción del Sur. Vemos a Petronila Riquelme, la hija ilegítima de O´Higgins, siendo buscada por Pamela Pequeño. El parecido físico, el desamor, su muerte novelesca, en un barco que venía de Perú, a millas del puerto de Valparaíso. Se hace de noche pero el cielo aún está celeste. Luego Tiziana Panizza se pregunta por los recuerdos, de dónde vienen, de qué están hechos? Dear Nona me hace pensar en mis raíces, en la vida no linguística, en cómo experimento el mundo. Me dan ganas de tomar una cámara y grabar mi mundo interior. Caminamos de vuelta a casa y veo fotos y diapositivas. Un beso, buenas noches. Pronto vendrá una tarde en bicicleta. La plaza La Paz, el centro, el hipódromo, el puente. Las luces y el agua en la pileta. La noche fresca, clara.
January 30, 2008
Su mano en mi tobillo desnudo. La redondez de sus dedos en contacto con mi piel blanca. Su mano suave, amable, cariñosa, tocando lentamente mi empeine, recorriendo mi talón, el comienzo de mi pierna. Él me habla, me pregunta. La mesa con comida y un par de cervezas. La gente ríe, pide, hace ruido. Yo no escucho nada. Sólo siento sus dedos acariciando esa parte olvidada de mi cuerpo, ese fragmento de mí que él trae nuevamente a la existencia.
January 29, 2008
Una torta de tres leches, dos copas de vino, la cajita del mago, el trompo de Lo Vásquez, el libro artesanal. Mis ganas de abrazarlo, de quererlo. Las risas, los papeles repartidos en el suelo. Las mil palabras enredadas en mi lengua, naciendo de mi boca, llenando sus oídos. Luego el silencio. Mi cara iluminada, la ventana abierta, las cosquillas en el vientre, la ternura. Buenas noches, otro beso.
January 21, 2008
Segunda voz
Anoche bailé, salté y canté con una orquesta de bodas y funerales. No quiero decir el nombre del que llevaba la fiesta gitana. No quiero porque fue la segunda voz la que se robó la película. Y es justamente la segunda voz la que no aparece en ninguna parte.
El cantante desconocido me deslumbró con su expresión de plenitud. Sus brazos golpeando con fuerza el tambor. Su cara iluminada entonando melodías balcánicas. Todo en él era agradable, todo era pasión y fiesta. Me sentí feliz de verlo, observarlo, bailar con él en la distancia, entre la gente emocionada. Su sonrisa al cantar coronó mi noche de domingo.
Antes de que dejara el escenario, guardé esa imagen en mi memoria, y me llevé conmigo su sonrisa. Son los recuerdos que quiero conservar, como dice Benedetti, "las nostalgias que descongelarán algún futuro".
El cantante desconocido me deslumbró con su expresión de plenitud. Sus brazos golpeando con fuerza el tambor. Su cara iluminada entonando melodías balcánicas. Todo en él era agradable, todo era pasión y fiesta. Me sentí feliz de verlo, observarlo, bailar con él en la distancia, entre la gente emocionada. Su sonrisa al cantar coronó mi noche de domingo.
Antes de que dejara el escenario, guardé esa imagen en mi memoria, y me llevé conmigo su sonrisa. Son los recuerdos que quiero conservar, como dice Benedetti, "las nostalgias que descongelarán algún futuro".
January 14, 2008
Me aferro a ti con fuerza, como si en eso se me fuera la vida. Mis brazos alrededor de tus hombros, mis piernas rodeando tu cintura. Me aferro a ti con dolor, de mis ojos cerrados caen lágrimas. Te dejo la carne roja de tanto presionar. Un vaivén nos mece en el silencio.
Yo te miro de reojo, como sin querer verte. Tú no dices nada. Comienzo a soltarme, de a poco voy liberando la presión en tu espalda. Tú te das la vuelta y veo tu piel que se aleja marcada con mis dedos. Yo me quedo sola en medio de un salón vacío. Afuera hay regadores soleados que mojan el insolente pasto verde.
Yo te miro de reojo, como sin querer verte. Tú no dices nada. Comienzo a soltarme, de a poco voy liberando la presión en tu espalda. Tú te das la vuelta y veo tu piel que se aleja marcada con mis dedos. Yo me quedo sola en medio de un salón vacío. Afuera hay regadores soleados que mojan el insolente pasto verde.
January 03, 2008
La posibilidad de verlos me agita el pecho, me nubla la cabeza, me emociona, me desconcierta y me entusiasma, todo a la vez. El vértigo de un encuentro esperado, que de pronto puede hacerse inminente. Un encuentro tal vez a deshora, casi casual... un ansiado re encuentro no planificado que de pronto surge factible. Me imagino caminando por las calles de Europa, respirando y viviendo el antiguo continente. Una vez más, perdiéndome en la historia, atrapada en la magia de su arquitectura, de su gente.
Cómo será verlos a ellos... verlo a él... tocar su rostro, permanecer en un abrazo, saciar mi curiosidad por sus rutinas, sus tentaciones, sus fracasos. Sentir sus penas, sus grandezas, examinar sus gestos, contrapreguntarle.
Cómo será para él verme a mí, con mis debilidades y mis sustos, con mi miedo al rechazo y mis ganas de querer, de cambiar aún el mundo... con el idealismo adolescente aferrado a la carne, con estas ganas locas de vivir, de que algo ocurra.
Sabrá lo determinante que resulta en mí este encuentro? Por algún extraño motivo, él me hace sentir que hay gente allá afuera que puede ser completamente diferente a mí, pero a la que me une un vínculo que todo lo trasciende. Como decía Sábato, algo que nos hace buscarnos alrededor de la Tierra.
Con él comparto tal vez cierta humanidad que me conmueve y que me llena de esperanzas. La posibilidad de que todo eso sea una simple idealización me aterra. De que al encontrarnos en algún aeropuerto, en algún puente o en un parque, el silencio entre nosotros no sea de reconocimiento mutuo, sino de ausencia de experiencias compartidas; que una extraña incomodidad nos invada, y que el abrazo parezca demasiado largo o las miradas insistentes.
Me da pudor reconocer cuánto quiero verlos, cuánto quiero verte, y cuan profundamente espero encontrar en ti un amigo; reconocerte, comenzar lo que nunca comenzamos: conocernos de verdad, como hemos hecho en las letras que escribimos hace un tiempo. Quiero verte, observarte, escucharte, conversarte, reírme contigo, mostrarte mis sueños, llorar y emocionarme construyendo futuro. Quiero saber que después de que regrese, tú vendrás a Chile, al menos en pensamiento, y que recorreremos juntos esta patria mía generosa y abundante. Quiero dejarte una parte de mí, y una parte de mi historia. Un trozo de este otro Chile, que existe y palpita bajo lo aparente. Quiero sentirme viva contigo, porque sé que como en ellos, hay algo poderoso en ti que me eleva y que me salva.
Cómo será verlos a ellos... verlo a él... tocar su rostro, permanecer en un abrazo, saciar mi curiosidad por sus rutinas, sus tentaciones, sus fracasos. Sentir sus penas, sus grandezas, examinar sus gestos, contrapreguntarle.
Cómo será para él verme a mí, con mis debilidades y mis sustos, con mi miedo al rechazo y mis ganas de querer, de cambiar aún el mundo... con el idealismo adolescente aferrado a la carne, con estas ganas locas de vivir, de que algo ocurra.
Sabrá lo determinante que resulta en mí este encuentro? Por algún extraño motivo, él me hace sentir que hay gente allá afuera que puede ser completamente diferente a mí, pero a la que me une un vínculo que todo lo trasciende. Como decía Sábato, algo que nos hace buscarnos alrededor de la Tierra.
Con él comparto tal vez cierta humanidad que me conmueve y que me llena de esperanzas. La posibilidad de que todo eso sea una simple idealización me aterra. De que al encontrarnos en algún aeropuerto, en algún puente o en un parque, el silencio entre nosotros no sea de reconocimiento mutuo, sino de ausencia de experiencias compartidas; que una extraña incomodidad nos invada, y que el abrazo parezca demasiado largo o las miradas insistentes.
Me da pudor reconocer cuánto quiero verlos, cuánto quiero verte, y cuan profundamente espero encontrar en ti un amigo; reconocerte, comenzar lo que nunca comenzamos: conocernos de verdad, como hemos hecho en las letras que escribimos hace un tiempo. Quiero verte, observarte, escucharte, conversarte, reírme contigo, mostrarte mis sueños, llorar y emocionarme construyendo futuro. Quiero saber que después de que regrese, tú vendrás a Chile, al menos en pensamiento, y que recorreremos juntos esta patria mía generosa y abundante. Quiero dejarte una parte de mí, y una parte de mi historia. Un trozo de este otro Chile, que existe y palpita bajo lo aparente. Quiero sentirme viva contigo, porque sé que como en ellos, hay algo poderoso en ti que me eleva y que me salva.
December 14, 2007
Yo existo.

Este es mi lugar.
De mis pies descalzos nacen raíces, raíces que atraviesan la alfombra, las tablas de madera, la tierra. Mis brazos se abren y soy un árbol milenario, un árbol verde, frondoso, con frutas maduras en sus ramas. Soy un árbol generoso, pero no me con.fundo con los otros. Mi cuerpo es un tronco firme, mis hojas verdes. Soy liviana y me alzo hacia el cielo. Es como si mi espalda tuviera alas.
Me llevo las manos al corazón. Se siente tibio, vivo, la sabia recorriéndome y oxigenando mi corteza. Mi cuerpo ya no parte en el cerebro. Ahí termina. Mi cuerpo está profundamente conectado con la tierra, con los sabores, los olores, las temperaturas. Mi piel es un medio de placer, de conocimiento sensorial. Mis ojos se abren para descubrir el mundo. Las raíces se arraigan en mi interior. Entonces noto que soy distinta a los otros, veo lo común y lo diferente. Y descubro que existo. Que ocupo un lugar.

December 05, 2007
Entro al salón y respiro hondo. El piso de madera reluciente, recién encerado. Las murallas blancas, el techo alto. Me paro frente a Richard Hamilton y su homenaje a Picasso. Intervino Las Meninas, como si Picasso mismo hubiese hecho el cuadro: la princesa deconstruida en el cubismo; en vez del perro, el toro; Velásquez transmutado.

Más allá, una serigrafía de Christo que no entiendo. J.F. la mira también, la interpreta y me muestra el sentido. Wrapped Sylvette, se titula. Claro, es la escultura de Picasso envuelta e instalada en una plaza de Washington... Entonces lo veo frente a un pájaro y mi imagen se une a su reflejo. Michelangelo Pistoletto nos muestra cómo somos, dónde estamos esta tarde de miércoles. Recorro la sala y regreso. Me siento sola frente a Stefan Wewerka. Una ciudad reintrepretada en un grabado a colores del 72. La realidad desde otro punto de vista. Un pájaro que no es pájaro aparece tiñiendo de rojo el horizonte. Los edificios se ablandan, se hacen elásticos y se desordenan en el cuadro. La ciudad se arrodilla ante los ojos de Picasso visto por Wewerka.

Veo las tablas del piso del Bellas Artes, las murallas, las obras enmarcadas en madera, las lámparas y luces, el banco en el que escribo, mis uñas rojas, mi pelo liso, el bolso negro. Cierro los ojos y me miro a través de Picasso. Y luego miro esa visión a través de los ojos de Wewerka. Soy un grabado a colores del 2007. Por algún extraño motivo, me siento plena.

Más allá, una serigrafía de Christo que no entiendo. J.F. la mira también, la interpreta y me muestra el sentido. Wrapped Sylvette, se titula. Claro, es la escultura de Picasso envuelta e instalada en una plaza de Washington... Entonces lo veo frente a un pájaro y mi imagen se une a su reflejo. Michelangelo Pistoletto nos muestra cómo somos, dónde estamos esta tarde de miércoles. Recorro la sala y regreso. Me siento sola frente a Stefan Wewerka. Una ciudad reintrepretada en un grabado a colores del 72. La realidad desde otro punto de vista. Un pájaro que no es pájaro aparece tiñiendo de rojo el horizonte. Los edificios se ablandan, se hacen elásticos y se desordenan en el cuadro. La ciudad se arrodilla ante los ojos de Picasso visto por Wewerka.

Veo las tablas del piso del Bellas Artes, las murallas, las obras enmarcadas en madera, las lámparas y luces, el banco en el que escribo, mis uñas rojas, mi pelo liso, el bolso negro. Cierro los ojos y me miro a través de Picasso. Y luego miro esa visión a través de los ojos de Wewerka. Soy un grabado a colores del 2007. Por algún extraño motivo, me siento plena.
December 04, 2007
Hoy traté de no discutir con ella. Me levanté después de que cerró la puerta y volví tarde. Al llegar, la miré con rabia, con resentimientos ancestrales. Comimos algo y salí en bicicleta. El viento fresco despejó mis pensamientos y cuando volví, la miré con dulzura. Con compasión. Respiré profundo y puse un cd de Keith Jarret. Improvisaciones en piano interpetadas en Alemania. Entonces puse unas sales de durazno en la tina y me sumergí en el agua caliente aguantando la respiración. Después estuve mucho rato en toalla. Ella dormía y yo leía a Vargas Llosa, la Tía Julia y el escribidor... Me dio pena pensar cómo hemos desperdiciado el tiempo peleando y agrediéndonos. Falta poco para que parta, y ha sido compañía invaluable para estos días de nostalgia. Qué será que no logro contenerme con ella, y le lanzo mis enojos y le grito mis cruces y la ahogo con mis temas. Me descargo en esta relación, proyecto en ella la rabia que le tengo a él, la pena que me da su ausencia, la decepción de haber sido nuevamente botada en el olvido.
November 23, 2007
Hitchcock ponía un ejemplo sencillo para diferenciar la sorpresa del suspenso. Sorpresa es cuando estalla una bomba bajo una mesa donde conversan dos personas. Suspenso es saber que la bomba está ahí y que estallará, pero no saber cuándo, y ver cómo llegan esos personajes al momento de la explosión. Siento que viví estos últimos meses en suspenso. Que lo de esta mañana no fue ninguna sorpresa.
Si la vie m'a mis là c'est qu'elle doit vouloir ma peau
Si la vie m'a mis là c'est qu'elle doit avoir ma peau
Si la vie m'a mis là c'est qu'elle doit vouloir ma peau
Si la vie m'a mis là c'est qu'elle doit avoir ma peau
November 21, 2007
November 19, 2007
Hoy fue el día de noviembre con la segunda mayor temperatura desde que se registra el tiempo en Santiago. Pero ella no sintió el calor. Tuvo los ojos húmedos de pena toda la mañana. Almorzó intentando olvidarse de la angustia, quiso participar, conversar, trabajar. Pero no pudo. Tampoco pudo llorar como antes, no pudo desahogarse. Se quedó con la pena, la angustia, la culpa carcomiéndole el cerebro. Entonces pidió ayuda. Y la fue a buscar mamá, como en los viejos tiempos. Fue a ver a su niña regalona, y la llevó a comer torta de tres leches y pie de limón, mientras le hablaba de cualquier otra cosa que no fueran los tormentos que traía la niña en la cabeza. Después se fueron a la casa. Vieron tele acostadas en la cama, El fantasma de la ópera, regalonearon, se rieron. Pero la pena todavía no se iba de su pecho, de sus ojos secos, ardientes. La acompañó abajo con las maletas, esperaron, el taxi no llegó. Sacó el auto rojo y fue a dejarla al aeropuerto. Estuvieron luchando con un taco infernal, sin radio y contra el tiempo. Pero llegaron, y mamá pudo tomar el avión. La niña se volvió manejando con el vidrio abajo, el brazo extendido, la palma abierta tocando el viento. El atardecer embellecía Santiago, lo llenaba de colores cálidos. Reconoció el cerro en Renca, donde hace años encumbró volantines con Jesús, el hijo de la Elsa, una de las mujeres allegadas que grabó para el reportaje. Cuando llegó a casa se sentía mejor. Salir le había hecho bien, y trató de quedarse con esa sensación: sus manos tocando el viento. Al anochecer llenó la casa de velitas. Una luz tenue y a manchones invadió el departamento. Puso a Vivaldi y miró las plantas del balcón en silencio. Entonces sonó el teléfono y se dio cuenta qué patética estaba siendo. Y cambió a Vivaldi por Tryo, y en vez de mirar las plantas salió al balcón y le cantó a la luna. Y se tomó una copa de vino y se dio un baño de tina y por primera vez en el día, se miró sin miedo al espejo.
Mille fois entrelaçons-nous
Et lassons-nous même en dessous
Serre-moi encore serre-moi
Jusqu’à étouffer de toi
Serre Moi - Tryo
Mille fois entrelaçons-nous
Et lassons-nous même en dessous
Serre-moi encore serre-moi
Jusqu’à étouffer de toi
Serre Moi - Tryo
November 18, 2007
Cuando entramos me pareció parca. Seca. También necesitada. Quería hablar y contar sobre sus moretones y cicatrices en el rostro. Después nos trajo limonada fría y una carpeta. Me fue conmoviendo de a poco, lentamente. Con su pelo rubio, corto, su tez blanca teñida con manchas moradas por la caída, sus manos arrugadas, alemanas, su jardín con flores, la viuda me pareció casi querible. Entonces contó cómo fue la exposición en Lima, cómo tuvo que fumigar las planchas de madera, y mover los contenedores con las obras. Y luego, mientras yo la miraba a ella anonadada, mientras veía cómo él vibraba y yo vibraba y todo me era mágico, nos contó que mantuvo durante 20 años al artista araucano, porque donde vive uno pueden vivir dos. Se conocieron en Berlín, en 1981, y él le regaló Cabrita perdida en noche de luna... o algo así... Es una obra preciosa, donde una cabrita perdida mira la luna y las flores se abren y refulgen en la oscuridad. Tal vez era él encontrándola a ella. O guiándose por ella. O llamándola. O tal vez le regalaba su relación de niño huérfano con la naturaleza. Dicen que su madre lo parió de pie entre los trigales, y que tuvo una infancia dura y silvestre. Pero él se hizo poeta, y transformó la experiencia en arte. Poeta de la madera, poeta plástico. Lo mío no es realismo. Se basa en la realidad, pero se concreta plásticamente. El misterio del mundo es lo que está ahí, dijo el artista. Y eso pienso con la luz de la tarde, y miro las obras desordenadas en los mesones de la pieza. Qué misterioso el arte, que nos une y nos convoca, y nos interpreta y nos redime. Qué misteriosa relación provoca, que hoy estamos en esta casa ajena de Viña del Mar, con la viuda de un grabador chileno, para quien somos perfectos desconocidos, hablando de su historia, hablando no de la técnica, sino de la emoción y el sentido. Hablando del mundo del xilógrafo, del pintor de acuarelas, del litógrafo. Entrando en el mundo de Santos Chávez.
(Gracias a J.F. por compartir la experiencia)

Primavera, Santos Chávez
El pensamiento es como el viento. El misterio de la vida es como el viento, como aquello que no sabemos cómo, de qué modo, sucederá mañana. Pero si mis manos, y es lo que yo siento- me acompañan, mis herramientas pueden hacer silvar el viento, en los ojos y el corazón de los que miran mis grabados.
Santos Chávez, en su exposición en Tomé en 1999.(Gracias a J.F. por compartir la experiencia)
November 13, 2007
Espejo no. Caleidoscopio.
Mis escritos parten de hechos, emociones, sensaciones o sentimientos que son ficcionalizados y que canalizo en palabras o historias. No escribo aquí como periodista, ni es éste un diario de vida donde diga mis verdades. Es simplemente un lugar donde creo, donde hago de mi realidad literatura, donde incorporo lo que traigo del día y lo vuelvo algo nuevo, distinto. Es un modo de manejar lo que me pasa, o lo que le pasa a quienes me rodean. Un modo de asimilarlo, de entenderlo, de darle forma. Y si digo muerte, no digo necesariamente muerte, sino tal vez cambio, ciclo, fin. O si digo muerte, no digo necesariamente mi muerte. Este espacio no es un espejo de mi vida. Es más bien una de sus caras, vista a través de un caleidoscopio. Fragmentos emocionalmente honestos, que cuentan -como explica Vargas Llosa- la verdad de las mentiras.
"Las novelas mienten (...) mintiendo expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es (...) No se escriben novelas para contar la vida sino para transformarla (...) La ficción enriquece su existencia, la completa, y, transitoriamente, los compensa de esa trágica condición que es la nuestra: la de desear y soñar siempre más de lo que podemos realmente alcanzar..."
Mario Vargas Llosa, La verdad de las mentiras.
"Las novelas mienten (...) mintiendo expresan una curiosa verdad, que sólo puede expresarse disimulada y encubierta, disfrazada de lo que no es (...) No se escriben novelas para contar la vida sino para transformarla (...) La ficción enriquece su existencia, la completa, y, transitoriamente, los compensa de esa trágica condición que es la nuestra: la de desear y soñar siempre más de lo que podemos realmente alcanzar..."
Mario Vargas Llosa, La verdad de las mentiras.

Cierro los ojos y me imagino que vuelo. Extiendo mis alas que nacen de la espalda desnuda. Observo el mundo emocionada, los ríos, los valles, los bosques. Me elevo un poco más y el viento me acaricia el cuerpo. Voy descalza, libre. Llego al mar y lo sobrevuelo. Toco con mis dedos el agua fría, salada, y me los llevo a los labios. El sol me quema el rostro. Voy liviana, transparente.
November 12, 2007
Phoenix - Run Run Run
Dedicado a mi hermano, que lo amo con todo mi corazón... como esa noche en el terminal de buses de Concepción, con abrigo y chaqueta, capeando el frío con esta canción en los oídos... Bailando en los andenes, con mi hermana y mi madre mirándonos como locos... nosotros felices, cantando I think I´ll better run, run, run, run...
(El video está un poco rayado, pero no encontré otro mejor...)
Hablo desde la decepción. La decepción de la desesperanza. Hablo cansada de leer señales, de esperas perpetuas, de ilusiones infladas con cartas traídas en el viento. Hablo y me siento nuevamente ingenua, niña, virgen, vulnerable. Me siento también pura. Pura por cumplir mi palabra, por honrarte, aún cuando no hay compromisos y tu vocablo me nombra amiga. Quizás qué estaba pensando cuando quise aceptar el ensoñamiento. Creí que se me pasaría antes la tontera, pero no. Mi mente sigue levantando tu recuerdo, tu presencia ausente que resuena en mis días. No sé qué es lo que tienes que te siento casi droga, que mi cuerpo te pide, que te grita por las noches. Algo hay en ti que me hace sentido, aunque sea un absurdo intelectual querer quererte. Tú me dueles. Y creo que no lograrás nunca comprenderlo. No sé si es que evades, sublimas, o incorporas maravillosamente tus dolores, pero esa capacidad casi inhumana de estar bien con todo siempre y en todo momento, me hace verte aún más distante, me hace pensar que estructuralmente no puedes sentir lo que siento. Entonces, voy a la oficina y veo un reportaje de hace años, que cuenta las historias de los niños solos. De los que crecieron antes, los que criaron y educaron a otros niños casi pares. Veo el dolor y la culpa de esas madres que no pueden permanecer en casa, que no pueden darle infancia a sus hijos porque eso parece ser algo que se compra, y ellas no pueden adquirirlo. Frente a eso, qué sentido tiene mi angustia y mi ahogo en el pecho. Qué sentido tiene mi dolor elegido, finalmente, mi opción dolorosa, mi decisión de quererte a pesar de todo. Pero los sentimientos no son objetivos, no se ponderan en una balanza exógena independiente del que vive. Mi dolor es mi dolor, en la cantidad, intensidad y forma en que lo siento. Y ver esas realidades no lo apaga ni lo disminuye. Lo complementa, lo dimensiona, lo pone en perspectiva. A veces deliro y me parece por segundos que ese dolor lo busco porque creo que ennoblece, que agranda, que me hace crecer en él. Será mi mentalidad católica apostólica y romana, no elegida y que se cuela en los hábitos mentales como un fantasma vaporoso. Será la costumbre emocional de ser un poco víctima, un poco héroe. Será que después de todo, este dolor no es tan malo, no es tan cruel, no es tan arbitrario. Será que el dolor en ti, la incertidumbre que me causas, forma parte del modo en que aprendí a relacionarme con tu género. Será que me enamoras, y frente a eso no tengo más explicaciones, entonces discuto conmigo misma y me enredo en palabras que ya no tienen sentido, mientras espero verte, abrazarte, besarte. Mientras convivo con el susto eterno de la unilateralidad de mi experiencia.
November 11, 2007
Nota: por la preocupación de algunos, debo recordar que en este blog ficcionalizo emociones de la realidad, no son hechos de mi vida necesariamente.
No te mueras.
No te mueras.
Te lo exijo con la sangre golpeando mi carne a borbotones. Te lo grito, te lo escupo. Te lo imploro. Te suplico que no se muera, te lo ruego. Te lo ordeno. Por favor no te mueras. Luego arriba, adentro. Mirándome el vientre con las manos duras, tensas, te digo que no te mueras, que resistas. Me arrodillo y entierro los huesos en el suelo. La rótula me duele; me duele el pecho, el vientre, el alma, la cabeza, los genitales. Me dueles tú en mí, me duele él en mí, me duelo. No te mueras... Mis ojos en blanco buscan en tu imagen una respuesta. Te miro. Me miras con los brazos extendidos. Te miro. Esas espinas las siento hoy en mi vientre. Tú, te remites a permanecer estirado en esa figura de bronce que cuelga de la pieza. Auxilio! Por favor no te mueras. Te rezo, te alabo, me ofrezco. Me desespero en tu silencio. La muerte sangra y hiede en mis entrañas.
No te mueras.
Te lo exijo con la sangre golpeando mi carne a borbotones. Te lo grito, te lo escupo. Te lo imploro. Te suplico que no se muera, te lo ruego. Te lo ordeno. Por favor no te mueras. Luego arriba, adentro. Mirándome el vientre con las manos duras, tensas, te digo que no te mueras, que resistas. Me arrodillo y entierro los huesos en el suelo. La rótula me duele; me duele el pecho, el vientre, el alma, la cabeza, los genitales. Me dueles tú en mí, me duele él en mí, me duelo. No te mueras... Mis ojos en blanco buscan en tu imagen una respuesta. Te miro. Me miras con los brazos extendidos. Te miro. Esas espinas las siento hoy en mi vientre. Tú, te remites a permanecer estirado en esa figura de bronce que cuelga de la pieza. Auxilio! Por favor no te mueras. Te rezo, te alabo, me ofrezco. Me desespero en tu silencio. La muerte sangra y hiede en mis entrañas.
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